He tratado las matemáticas
con positivos y negativos
entre las sumas de las potencias,
y no encuentro la clave de tu corazón.

Con las químicas y las geografías
me he confundido tantas veces
que mi cuerpo se estremece
de un escalofrió casi eterno y subterráneo.

Me has aniquilado
- Dijo el joven antes de morir
- Y la vida lo dejo tan solo
- Que nadie planto flores.

Los rayos del sol alumbran mi frente
y me calan
y me sueldan
y me hacen llorar.

Es el mismo camino que me lleva a las aulas del amor encarnecido,
ya apunto de exaltar
y los retumbos del volcán no solapan los llantos que me has infligido.

Crees que me has vencido entre las paredes de esta casa fantasma,
te idolatras a ti misma,
y soy el causante de las desgracias del resto que te busca.

Partiré como cualquier mendigo
y a la habitación de los profesores regresare,
cuando solo me de cuenta; que estoy aqui,
entonces, escribiré una ecuación con las plumas que construiré
saliendo de la sangre de mis pulmones.