Teoría flor-marchita o Manifiesto flormarchitista.

Prologo.


Quiero que se haga saber, que el rumbo de las cosas, por lo menos de las que conocemos es morir. pero además, el curso de mi poesía es hacer resucitar su escencia. ¿Podemos probar un bocado de pestilente mierda, y poder discernir el sabor exquisito que tuvo cuando fue un espléndido banquete?, ¿podemos oler la putrefacta flor marchita, y saciarnos de la fragancia agradable cual si estuviese robusta y floresciente? en conclusión, se puede alegrar el corazón del hombre en sus más infimas penurias, evocando los recuerdos de su flor interna? que tan capaz es el poeta de quitarse el corazon marchito para imprimirlo en el papel, sabiendo que el lector tomara ese corazoon totalmente florecido?. sólo un nocturno podría. he aqui mis poesías marchitas para que florezcan en sus manos.




Vuelven las noches pálidas,
que se pierden bajo los ojos secos
lejos y más lejos en honduras áridas
buscando y merodeando inquieto

con el café y el cigarro, la pluma y los pies sin suelo
torciendo la existencia entre memorias y desvelos
miles de volátiles particulas con ellos deshecho.

Las Horas que se van de mis manos hacia el cielo
y los gritos afanos que de mi pecho se convierten em fuego. Mis venas se llenan de hormigas que con mi cabeza vuelo

vuelven las noches de los adioses
del adios feroz que continúa con un inicio
las pasiones, los recuerdos y los besos
¡los hórridos recuerdos que evocan las pasiones!
las intermitentes y huidizas letras que vomito desde adentro...


para Y.C.S.

ALZA AHORA TU DESVENCIJADA COPA
y bebe de nuevo las babas del volcan
con la sed que arrastra el agua
hacia tu desportillada boca

El corazon sombrio
navegando en laberintos
en cuyos vastos pasillos he caminado con desalojo
ahora, retrocede ensorberbecido
uniendo las huellas con sus pasos
quebrantados por tus tristes ojos.

Alza ahora, tu copa
para lamentar el adios irreparable y fortuito
para que el vaho de la felicidad no deje una sola sombra
o para celebrar la ausencia que urdio nuestro abismo

Choca tu copa, desvencijada y roida!
y brindemos.
por ti, por que nunca te pude amar.
porque no se sabe si te deje, o me dejaste.
porque ya derrumbado el vago castillo
el artista no repara en lamentarse.

Yo brindo, para que quien beba
de tu pulcra y redundante copa
consuma el fuego que me pertenecía
y después vomite ceniza fría
asi como se vomitan las uvas pasas
exprimidas en las copas de la ira




Musiquiencia Musiquiatra


Los relojes recorren Le Voyant con sus manos
las tibiezas y los sonidos se juntan apabuyandosen,
es el pecho que revienta. Son los días y los años

esos días que jugaba a caminar por las calles
y oía el decadente imploro de los dardos asesinos
los murmullos multiformes que musitaban los andenes
y los pasos escuálidos de los gritos cancerinos

en las noches cuando fingía estar dormido
descubrí bajo la palpable obscuridad
una ranura de sonido, hermoso y gallardo
y las melodías construyendosen en mi babeza
repetían que los mejores sonidos son paridos en las resignaciones del silencio.

caminando por el campo, por el abierto campo
oyendo a las ramas canturrear sus sinfonías
y los pajarillos que se llaman, que se llaman en amores
y el viento que va arrastrando furtivamente
a las piedrecillas del camino largo


y la soledad, cuando emulsiona sus sonidos burdos
y la decadencia aclamaba que el corazón apaguase su impulso
para que no se desborone en el fango

Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de música de alas.
de música de alas.
son las inquirinetes alas
que nos arrastran como golpes
o que nos alejan de ese aborrecible sonido
que nos acompaña toda la vida

Tutum.... tutumm... tutummm.... tutum,m m..

despues todo es silencio.(si es que existe)



Dolor



“Je Suis Le Soufflet Et La Joue.”[1]

C. Baudelaire.



Como me gustaría alcanzarte

Así como el dragón que vuela por mis venas

Y el águila que desgañita mis nervios



Como me gustaría calmarte

Como los pasos del ciervo calman mis sendas

Y la más embebida de las aguas que apaga mis incendios



Me gustaría en demasía, erradicarte

Como el campesino inerme que arranca una planta

O tal vez el osado que arranca toda su siembra.

De tu alma me quiero librar, como quien a desdenes se desata

De las famélicas cadenas de tu infancia y que solo tiembla.



Te entendieron todos los que a gritos enjugaron las lágrimas de Dios

Los que de rostro desfigurado desaparecieron para no sentirte

Aquellos cuyas tenues fuerzas fueron abatidas por las garras de la muerte

Dejando sólo sus dedos bajo los brazos de la desgracia, diciendo adiós.



Lo único que puedo decirte es que eres ajeno a mí

Pero me perteneces tanto, como mi tristeza o mi euforia

Como un débil insecto atrapado en una telaraña, quisiera soltarme de ti

Pero me complace más dominarte y tener sobre ti la victoria.



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[1] “ Soy la Bofetada y la Mejilla ”.