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 -Nuestro amor será descrito alguna vez por los poetas. Es tan sublime y tan apasionado, tan lúdico y tan maravilloso que las generaciones posteriores lo recordarán con la misma veneración con que se recuerda hoy el inmortal romance de Romeo y Julieta.
 
 -Si, mi vida. No entiendo cómo mi pecho puede albergar tanto amor, tanta entrega, tanta pasión. Me siento el ser más afortunado del Universo por haberte conocido, cariño mío.
 
 -Mi amor. Somos tan felices, albergamos en nosotros el destello de las estrellas y el sonido del mar, somos dos continentes ávidos de erotismo y cuando nuestros cuerpos han saciado la pasión, dormimos uno junto al otro, como si fuésemos una sola persona. ¡Como nos complementamos, mi Dios!
 
 -Si, mi vida. Ahora entiendo los grandes amores de la historia. Acaso seamos privilegiados al tener corazones sin fondo, fuentes inagotables de placer y de ternura. ¡Mi vida, mi vida! ¡Cuánto te amo!
 
 -¡Mi amor! ¡Mi maravilloso hombre! Pero, dígame: ¿Pagó la cuenta del teléfono hoy?
 ¿Amor? ¿para donde va? ¿amooooor? ¿Amorcitoooooooo? ¡Pedro, amor! ¡Pedro!
 ¿Dónde se metió, oiga? ¡Pedro! ¡Pedrooooooooooooooooo!
 ¿Adonde demonios te metiste, maldito mentirosooooooooooooooooooooo?..
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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