Acercándome lentamente, tomo tu mano y la beso, recibo tu mirada profunda y asustadiza, el miedo es y será un fantasma perseguidor, me alejo un poco, observo bien tu rostro perfecto, un ola de sensaciones de verdad impredecible e indescriptibles nos vuelven a unir en ese beso de pecado.
Me convenzo a mi misma de la realidad y te abrazo como si tu carne en cualquier momento se pudiera transformar en algo ajeno, no quiero irme, necesito estar segura para quedarme junto a ti.
Dime que me quieres
Dime que te importo
Dime que no eres solo una ilusión
Dame fuerza para enfrentar a todo y a todos, dame poder para vencer lo que siempre he creído.
Déjame soñar a tu lado, no dejemos que el mundo de prejuicios nos aplaste.
No te vayas ilusión perfecta, no dejes que me convenza a mi misma de que en “lo normal”, estaré mejor.
Aunque un sueño seas seguiré creyendo en ti amor.