Es como una cueva honda la que oscurece mi alma
cuando el respirar fecundo de tu pecho falta,
Y cómplices mis manos con la noche, juegan con el aire y te dibujan cielo navegando silencios,
surcando mares de lagrimas y nebuloso incienso

Acaso el amanecer asomándose despacio
será dulce regazo para mis ojos inquietos
que no cesan de buscar un haz,
una huella de tus pasos
una marca de tu aliento...

ay trovador juglar inmenso; extraño tus ojos,
extraño tus besos,
convencida que en la tierra no existen
dos de esos, me limito al verso y al sueño travieso

y te veo cantando tristes versos
que en rincones de mi alma sirven de alimento
y te siento paseando por mis caderas,
bailando tus dedos junto a mis recovecos,
en ese instante ...soy
ombligo del universo

Ay trovador, porque tu voz callada
y tus blancas manos enfundadas ?
si contara al ritmo del palpito que siento
creerían que deliro y que por ti estoy esta noche...
enloqueciendo.