Enajenado de su contexto, lobo estepario que no se identifica con ellos,
camina bajo el sol de mediodía.
Sus movimientos no dejan sombra, sus pensamientos permanecen en el aire
dejando estela luminosa.
se sienta en cualquier lugar
y nadie lo ve, nadie te ve.
detengo el reloj con la mente, me lo como y lo derrito con Dalí y sus elefantes flacos y largos.
No pretendiendo se es lo que se es, somos lo que creemos ser al amanecer,
y en el crepúsculo ¿qué somos?
eres mi ser alrevés, o quizás somos el mar al caminar, sobre la cuerda floja del instante, se tensa y ya no es tan floja como antes, conciente irradiante, tu mirada penetrante.
no quiero gustarte, no gusto quererte
me enrollo en tu pelo y soy feliz sin tenerte.
estás en mi siempre,
y eres un lobo estepario... sentada en la luna, siendo la flor de loto.