Y el hada lo vio…de una hermosura extraña, sus ojos la cautivaron,
Y su corazón latió que la brisa del mar furioso, durante el invierno tormentoso.

***
Pero sabía que no podía. Ella era un hada y él un hombre.
Por fin tenía una razón para explorar ese extraño y raro mundo de los humanos
Pero no podía, él no la vería jamás.

***
Se sentó en la rama de un árbol, mientras él daba un paseo por el parque.
Desde ese momento, el hada hacía todas las noches lo mismo,

***
Miraba desde las copas de los árboles,
Escuchando el cantar de los grillos, a ese hombre que pasaba a media noche, refrescando sus sueños, mortificando su corazón con un imposible.