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		| Hago este cantoy no se
 si te canto
 o me derrumbo
 
 Ambos lo sabiamos:
 pasaria un angel,
 alguna tarde
 entre mi risa
 y tu risa
 cerrando como hecatombe
 los dedos azules de Dios
 en que meciamos los suenos.
 
 Te canto
 y no se
 si me canto
 o te derrumbas
 
 Cruza un gemido
 hacia la pluma
 y una esperanza hueca
 desanima
 de mi corazon
 la danza
 de la vida
 
 Ambos sabiamos,
 mas bien,
 ignorabamos
 con actitud socarrona
 ese momento lejano
 en que remariamos
 la barca.
 
 Pero lo que no me fue develado
 era esta mancha litigosa,
 fria como de invierno
 en que planeabas embeberte cual
 ultima estrella
 sobre el rocio
 
 Nunca crei en
 la dureza del canto
 que envuelve la isla
 cuando hay ritmos  de pascuas
 
 Pero encontrare el ritmo
 de tu canto
 en tus simientes vestidas
 
 En esos adolfillos
 que pululan
 modelando en cada acto
 la rectitud de tu frente calvaria
 o la profundidad
 de tus ojos dormidos
 
 He retomado la danza
 de la lluvia
 de los bosques su verdor;
 agua del lago
 
 Y cuando cae por mis mejillas
 cristal salado
 invoco la pureza
 de tus suenos
 o la capa londinensa
 en que cubrias
 insospechadas mariposas
 
 Tu frente calvaria
 ancha y propia
 
 Tus gafas a la moda
 el olor de tus axilas
 o quizas tu capa madrilena
 cubriendo como un sol
 el ocaso ligth de estos tiempos grises
 
 No lo sabiamos
 y sin embargo, lo sabiamos,
 solo que el amigo
 ignora la despedida
 porque es eterno
 a pesar de las cruces
 en los caminos
 
 Por encima
 de esta soledad inmensa
 como los cielos
 
 O de la sensacion extranade perdido
 en el enorme desierto de tu ausencia
 
 Recuerdo que
 bailabas, caramba, que bien bailabas
 
 y ahora los astros que espiabas
 danzan sobre mi cabeza
 ese merengue ronero
 en que dejabas, a tu paso,
 como un poco de vida
 en cada amago.
 
 eran gestos,
 sencillos,
 eran solo gestos
 
 A veces, incluso, musaranas
 y poseia sin embargo
 un sortilegio
 que nos banaba
 de cantos y utopias
 al moverse el piso
 a tu paso.
 
 La esperanza bailando
 viene sola
 a imponer
 su canto verde olivo
 porque millares de tristezas y cieno
 no resisten
 la partida de un hombre honesto
 muerto.
 
 
 
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Texto agregado el 13-11-2007, y leído por 117 
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