Te han robado.
En mi singular despensa
tu foto es un pan verde,
los cabellos sin aromas
se extraviaron de los peines,
y estos ancianos espejos
aún trucan su piel, por tu semblante.

Robada estas
de este hostil cerebro,
los vapores neuronales,
hicieron lluvia eterna
en la corniza de mi cabeza,
y las naciones de mis ojos
sufren famelicas por tu alimento.

el crimen de tu olvido
es mi hipotesis inconclusa,
y el hallazgo de las pistas
nacen horribles en el desosiego.
Hurtada estas de estos latidos
que en sinfonía cantan,
imaginando que aún continuas
durmiendo en mi pecho.

Pd: he de empezar por ahi?.

"...Del pesar por ser un mal detective"

Macruz.-