No lo duden, el mundo está hecho así. Nacemos, nos criamos,nos desarrollamos, y quien tiene suerte encuentra su media naranja.
Y ahí viene el problema. Papá, mamá, los hermanos, etc...no los elegimos, vienen dados, pero cuando te enamoras, ella, maravillosa ( o él), sin fallos, cúlmen de todas las gracias, viene con el pack completo.
Cuando compras un auto, el vendedor te engatusa poco a poco hasta que compras el vehículo con todos los extras, pero tienes poder de decisión. Por el contrario, tu pareja viene con los extras, quieras o no quieras. Analicemos.
Extra primero. La suegra y el suegro.
Él te dice que desea lo mejor para su hija, que desea que te comportes como un hombre, que no le faltes el respeto, que no le falte de nada, pero en realidad te odia, al fin y al cabo te estás tirando a la niña de sus ojos, y eso, duele.
La suegra, te mima, te conquista por el estómago, te dice que eres como un hijo para ella, pero no se engañen, en realidad realiza méritos para meterse en la casa cuando mate al viejo con sus guisos.
Extra segundo. El Cuñado.
Siempre sabe más que tú, en cualquier campo del saber. Tu pareja lo adora, es su hermanito y no puedes hablar mal de él. Tu sabes que es un patán, pero que remedio, si enfadas a la parienta te deja sin sexo, así que no hables nunca mal de él.
Extra tercero. La Cuñada.
Es tu deseo más escondido. Cualquier hombre que se precie le haría el amor si se pusiera a tiro. Tu pareja es su confesora, y te lo cuenta todo, lo que añade más morbo.
Extra cuarto. Concuñados/as.
Ahí están, no molestan, son como los perros de porcelana. Cuidado con ellos en caso de testamentos.
Extra quinto. La Tía soltera o viuda sin hijos.
Hay que mimarla, tiene la plata en bienes patrimoniales. Se quedó con la herencia de los abuelos dado que consumió su juventud quitándoles las cacas de la vejez. Si se casó, suelen ser viudas de militares, gastan poco y todo lo sacaban del almacen militar...
En fin, un amplio espectro.