No tienen ni idea de lo que perdí, es mi vida la que no tengo ahora, me embarga la tristeza en mi alma al recordarla y ya no volver a estar con ella.

Dios, ¿acaso será muy estricto cuando le pedimos algo?, yo tengo fe en Él, y siempre actué de la forma correcta, y mi pedir y cumplir a su voluntad lo dejé en sus manos, quiero ser feliz, y que ella sea mía y tener felicidad.

Y nunca le pedí, que sea mía por siempre, y que esté siempre a mi lado haciendo una vida.

No le pedí que ella también quiera estar conmigo, y que no permita que cambie su camino a un destino, que me hará seguir para tratar de estar a su lado.

No sé, ella decidió iniciar otra vida, y no ha pensado que termina con la mía.

No aguanto el dolor que causa al perderla, mi corazón palpita, el cuerpo parece muerto, mi alma quiere estar con ella para cuidar su destino.

Recuerdo, lo juntos que estábamos, no puedo sacarla de mi mente, ¡se fue!, me respondo, no puedo hacer nada para que regrese, fue su decisión absurda e incomprensible.

No entiendo Dios, por que se alejó de mi, porque decidió dejarme solo con tanto que la amo, que tanto he dado y prometí darle de lo mejor, soñar de un hogar juntos y hermosamente formado.

Ahora lloró por los errores cometidos, y me culpo muchas veces por lo sucedido, hoy no quiero llorar, pero me gana el pensamiento, y no puedo parar que mis ojos brillen, y que formen las gotas de lágrimas, que piden su retorno a mi lado.

Lloro solo, no pido consuelo, ni explicación, pido solo me reúnas con ella, quiero estar a su lado, verla muchas veces y quedar encantado de su rostro, de sus ojos, de sus labios, de su forma de ser; te pido que hagas palpitar su corazón por mi.

Mis lágrimas que se ven en mi rostro, dicen la verdad para quien no crea que la amo tanto.

Lloro, sí, hombre que llora porque su vida la perdió, una vida formada y hecha para ser feliz, y ahora no la tengo por que ella … se fue.

No quiero estar así … llévame con ella, por favor.

Si, llévame con ella, quiero estar junto a ella, ella recostada sobre mí, o yo rodeándola con mis brazos, no tengo que pedir ni dar perdón, yo la amo.

No quiero estar solo y siempre extrañándola, no quiero estar así, con la melancolía reflejada, y un notorio rostro de mi gran tristeza.

Prefiero estar con los ojos cerrados, y verla a ella en alma, contemplarla en el lugar que esté, estar cerca para cuidar de ella, y ver su sendero y encaminarla por la línea que trazaste para su destino, aunque está sea sin mi.

Solo te pido Dios, que ella no sufra, y su decisión encamínala, y mándame a su lado para que se poder ayudar en la decisión correcta.

Fredy HF (c) 2007