Pasé por la panadería y, como tantas otras veces, me dieron ganas de comprarme algo rico.
Apenas entré el olor a pan recién horneado me desvió de mi objetivo. Olía tan bien...
Lo hubiese comprado pero prefería gastar mi dinero en algo mas elaborado que "pan".
Las facturas se veían un poco secas y las cremonas no se veian muy frescas. Las palmeritas y pepas se habian acabado.
Sin embargo, al voltear, una torta captó mi atención. Era una fiesta de crema y chocolate. No podía sacarle los ojos de encima.
Conté las monedas. Me alcanzaba para una porción. Pero ahora...¡quería la torta entera!
Así que decidí ir a mi casa a buscar mas plata, y ya que estaba, agarraba también para comprarme un pancito.
Corrí con todas mis fuerzas. Se hacía de noche.
Doblando la esquina veo las luces de la panadería apagadas. Había cerrado.
Una vez mas me quedo sin el pan y sin la torta...
Texto agregado el 01-12-2007, y leído por 380
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Lectores Opinan
05-12-2007
qué buenoooo... me encantó! es qeu todo loque tenga que ver con estas delicias para el paladar son de mi deleite particular. lomasoscurodeminegroyo
03-12-2007
JJajaj. Mi abuelita dice que cuando note alcanza para todo compara aunque sea un poquito . LIndo texto. marsolesca
03-12-2007
Muy bueno!!!!! Por antojos uno a veces se queda más antojado!!!. VidalSabago
01-12-2007
ahh..bien aplicado el conocido dicho.. Mildemonios