La S.S. que tragó en sus fauces
Esqueléticos hombres y anoréxicas mujeres
Ha sido traída de vuelta al siglo XXI

Los concursos de poetas
Son ganados por amigos de los jueces
Las mujeres poetas lamen glandes
Y ofrecen su jugoso coño
Al presidente de la organización del jurado
Los hombres poetas e incluso
Los poetas jotos
Deslizan su mano por debajo de la mesa
Para puñeteramente ganarse la gracia
De las multitudes
Pero los dueños de la rima
Los mc hablan como si escribieran cartas de amor
Jodidos lugares comunes de telenovelas

Si yo tuviera que denunciar la poesía
Para arrojarla a un horno
Y hacer jabones de grasa judía
No dudaría un instante
En señalar las casas marcadas con
Dos triángulos encontrados
Si me viera en la necesidad
De señalar a mis compañeros poetas
No tendría ningún inconveniente

Las casas se llenan con poetas de concurso
Que carecen de idea y piensan románticamente
En ofrecer su culo para ser vitoreados
Si entrara en ese momento algún general de la S.S.
Yo le señalaría al culpable
Lo marcaría con un hierro candente
Para conducirlo a la barraca 36
¡que de ahí ya no salga!
¡que ahí se quede!

Si por mi fuera
Atrincherado
Dispararía contra todo aquel
Que se presentara sobre un escenario
Con la etiqueta de poeta
¡que pésimos son los poetas de mi tiempo!
¡que pobres son sus recursos!
¡dónde está su mano, su pluma!
¡quién ha dicho que la poesía suele ser relativa!

Si tuviera que denunciar la poesía
Comenzaría por entregarme ante las autoridades competentes
Que me corten la manos
Como a Víctor Jara
Que me haga cáncer la voz
Como a Enrique Caruso
Que quede oscurecido
Como Mármol y Borges
Pero que arda el mundo
Que algún poeta sea capaz de incendiarlo
Si no es así, pueden todos irse al carajo.