YA NADA ES IGUAL

Recuerdo un día…
Estaba en casa
con el brillo más intenso en los ojos
y la mirada más inocente
con la sonrisa más esplendorosa
y la alegría más intensa,
con el corazón más tierno,
pero el alma más llena,
con la mente más limpia
y un mundo menos sucio,
con el cuerpo más pequeño,
pero con las ganas de amar más grandes,
siendo más débil,
pero al mismo tiempo más fuerte,
con una sola verdad,
y tantas cosas ocultas por conocer,
tantas mentiras por descubrir
y tantas cosas que te hacen crecer.
En ese momento soñaba con éste
¡Ser grande! ¡Vivir! ¡Gozar!
cuando verdaderamente ese ha sido
El momento más gozado, más vivido.
Soñaba con reír y no con llorar,
Soñaba con dar y no que me arrebataran,
soñaba con recibir y no con tener que tener que mendigar,
soñaba con un mundo más grande de lo que es,
más tibio, más simple, pero más bello,
con un mundo diferente…
No fácil, pero tampoco imposible.