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 Sigo buscando entre las letras ese sentimiento que perdí un día
 y aunque el camino sea largo, lo recorrido será siempre poco
 es absurdo tomar partido cuando no se sabe el limite de la verdad
 entonces empiezo a comprender que comprar guerras no es negocio,
 logré atravesar aquel océano plagado en melodías de sirenas
 ventaja de una sordera natural - para mí : virtud, no sé para otros-
 me fue mejor que a Ulises - o quien sabe, tal vez peor-
 no hubo Calipsos ni Circes que pudieran detenerme,
 cada travesía duró unos segundos mas de lo debido
 lo suficiente para colmar cada centímetro de mi alma,
 no se puede jugar con los secretos- puede costar la vida-
 la sangre sigue brotando, imposible detener el curso de la historia.
 
 Siempre  logré cruzar los ríos rojos, se desbordaban hasta ahogarme
 ¿Eran mis fuerzas?- convencido que Dios- eso es indudable
 estoy a la mitad de la ruta, sin mapas, ni guías, busco en lo alto,
 el sol en el día , las estrellas en la oscuridad de la noche
 me sirven de brújula, suelo perderme, algunas   veces adrede
 sólo con la intención de volver a retomar el trayecto,
 una vez mañana , quien sabe si pueda llegar a mi destino;
 mientras he de ser testigo de muchas tempestades
 sin quejas ni llantos, mero interventor- salvando las distancias-
 comprendo lo que me rodea como realidad que clama
 el vociferar de las piedras ante todas  las injusticias
 cuando los labios se callan lo que deberían de gritar.
 
 Niños que se divierten jugando, peleando y llorando ,
 pues le arrancharon el juguete - y sabían lo que tenían-
 la fricción del tiempo que acaba con la materia
 de adultos día a día , y que aun ausentes no apuran la marcha
 se les va la pascua, sin embargo ofrecen de cordero al hermano
 ritual irónico, ya no es sacrificio el derramar la  misma  sangre,
 seguiré esperando mejor tiempo para reanudar la caminata
 mi único temor y enemigo será el tiempo, eso será lo que falte...
 
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