-Comisario Gutierres, por el amor de Dios,
basta de darme patadas, entre en razones.
Se lo juro, es verdadero lo que le cuento:
En los muslos de las piernas yacen unas almitas morando, que de acuerdo a como ellas sientan,
es que las piernas reaccionan de determinada manera.
Usted no es malo comisario, esta enfermo eso es todo, esta poseido por esas animas,
porque esas almitas estan sin dudas tensionadisimas, sufriendo como yo ahora
igual que en la epoca del medioevo.
El preso recibia sinnumero de puntapieses por parte del propio Gutierres,
pero soltaba todo para salvaguardar su vida.
-Usted, no puede permanecer con las piernas tranquilas porque una fuerte energia invade esos musculos.
Entonces Gutierres intrigado, dejo de dar golpes
y regreso al sillon para saber de esos concejos del preso.
-Le recomiendo -continuo diciendo- presionar con el pulgar el frente del muslo varias veces marcando profundo, mas presisamente en el centro.
Permitame por favor. Ve, asi,
bien a presion sin lastimar, desde arriba hasta alcansar la rodilla.
Que bueno, tiene cosquillitas ademas de sentir alivio, es un buen sintoma, aleluya.
Muy importante Gutierres, este masaje se aplica trasando una linea recta,
presionando fuertemente con el pulgar,
que a su vez sube y baja provocando friccion;
Yo ahora se lo hare poquitito,
pero usted en casa lo va a continuar practicando con insistencia ¿eh?.

Gutierres, quisa por primera vez despues de una larga carrera, quedo como pipon sentado en su escritorio con las piernas estiradas.
Agradecido de corazon ordeno arbitrario que el preso quedara libre de inmediato.
Disfrutaba satifecho, por fin contento y distendido, de los comiensos de esta nueva etapa sin tensiones molestas.
Pero atenti que esta panacea duro tan solo algunos minutos memorables,
hasta que su subalterno acompañante,
sin suspicacias ni dobles intenciones,
menciono el nombre de su señora esposa en un comentario sin importancia.
Entonces el comisario, al instante,
comenso a revolear dichas extremidades como si el tiempo no hubiera mediado.
No quedandole otra alternativa viable que la de acudir, bastante descorasonado por cierto,
a la tecnica que utilisa, para estarse quieto cuando las circunstancias lo exigen, la de crusar las piernas a la altura de la rodilla,
pero como enganchando la punta de un pie en el talon opuesto.
Al cabo de una charla amistosa con el subordinado estando en esa posicion,
conversacion por cierto plagada de nostalgia,
pues rememoraron la fiesta de su boda con Elisa,
que se hubo realialisado en la propia comisaria, inprevistamente, se produjo un incidente menor en la recepcion del destacamento,
Gutierres intento salir rapido,
para ser como siempre el primero en ver lo que ocurre, pero se desplomo en el lugar,
sin poder avanzar ni un centimetro:
su piernas estaban dormidas en paralisis total.
-Hijo de perra que me hiciste que no puedo caminar,
exclamo enfuresido,
-Traigan a ese maldito que le voy amputar las piernas.
El Sabuesos, como lo apodan a este masoterapeuta de profesion detenido injustamente,
iva caminando despues de quedar libre,
contento como Guitierres despues de la terapia, aun transitando por la cuadra de la comisaria, cuando por la espalda lo ataco un policia con una red casandolo como a un gorila.
Un compañero suyo remato la jugada ametrallando las piernas del sabueso.
A todo esto Gutierres se reponia sin inconvenientes,
dando la orden de volver todo atras.

El comisario Gutierres arto de sus piernas,
tomo las del preso y se las transplanto,
arrojando las suyas a la basura.