Un
vuelo sin fin
aumento en
su fino nivel, la amargura.

Hoy recuerdo el día, encaramado en mi memoria,
llevo lacra y dolor en cada palmo sucio de mi cuerpo.

Al caminar en asfalto extranjero
más recuerdo y añoro el lodo y aquellos barrancos.

Como cóndor boliviano,
como Andrómeda sideral
calme los dolores y las penas.

En un mes de Abril quise olvidar todo.

Y hoy, en otro mes de otro año
todo me es igual como aquel mes, ya pasado.

Visto casi de colores vistosos
un verde pasado,
era mi maravilla natural.

Bañado de sudores y humo repleto de maíz
cabalgando en una nube de amor, me remontaba
por doquier.

Ya viene de nuevo un conocido Abril
y no puedo olvidar nada.


Enero 10, 2008