Quizás si…
No llueve. El sol no ilumina demasiado, es tarde, está nublado. Las sombras no son más que espectros sobre el suelo. Sus sombras, ambos apartados, conversando.
Quizás…
Rápidamente corre bajo la lluvia, para alcanzarlo.
Quizás…
Ya lo dijiste, le dije. Ya lo escuché. Eso es suficiente para mí. No quiero quedarme. Prefiero los espectros.
Quizás…
Te equivocas, le respondí, te equivocas, lo interpretaste mal. Déjame explicártelo, déjame decirte la verdad. Quédate.
Quizás…
Corre más rápido para huir. No quiere escuchar nada más, no le importa. Sólo quiere desaparecer de aquel lugar, sólo quiere irse, para pensar tranquilo. Realmente no le gustan los espectros.
Quizás…
Aunque después te vayas, aunque después no vuelvas más, aunque después me olvides, no me dejes aquí, le supliqué, no me dejes gritando solo bajo la lluvia, no me dejes mal, permíteme decirte la verdad, no quiero que te vayas así.
Quizás…
No, le respondí observándolo llorar, yo también estoy mojándome bajo la lluvia, lo olvidas, yo también quedaré solo. Déjame decidir lo que quiero saber y lo que no. Déjame elegir lo que quiero recordar. Me voy, no sé si te volveré a ver.
Quizás...
Dio media vuelta y se fue, dejándolo solo, sollozando bajo la espesa tormenta. Nunca lo volvió a ver.
Quizás si hubiera esperado, si hubiera escuchado lo que quería decirme, ahora yo no estaría…
Quizás si se hubiera quedado, si hubiera oído la verdad, ahora no estaría perdido, ahora no estaría sumido en la penumbra. Ahora él estaría bajo la luz de las estrellas, junto a mí.
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