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A los que gritan de dolor...

PREAMBULO

Sufrimiento vivido

Aún continuamos creyéndole… Él es universal, es para todos. Aquél extraño viajero se encarna hoy. Basta mirar el más mínimo detalle, por muy perverso que nos parezca, para deducir que en la radio, la TV, la red, la moda, está siempre, siempre de manera “como si no estuviera”.
¡Existe! Y hay libros que hablan de Él y de su existencia… La vida misma es una vía no sólo de su existencia, sino también de su Ser y de su actividad “humana”: De su presencia. Pero, a pesar de que todos notan su presencia, sólo algunos se hacen pertenecer a Él… y aún sonríe para nosotros.
Y no ríe ni juega a ser el Mal para nosotros, Nosotros somos los que jugamos al “sin dolor”.
El llega siempre: Él mismo se autorretrata difuminadamente en el hombre de Hoy. He aquí ese paisaje. Heme aquí como traductor: Él es el sufrimiento a nuestro lado, en nuestra vida, como posibilidad al significado (o al absurdo).

I. FIESTA

La luna estética regresa al antiguo color azul, sí, a ese mar azul que se utilizaba en la movida para bailar sobre los años ochenta, década que, a su vez, estaba situada en medio del terremoto que flagela a mi querido valle. Y el salón está decorado con trozos del papel picado que actualmente ya no se usa. La metrópolis empieza a sudar.
-¡Stop!-, grita la noche.
La lluvia ciñe la cintura de una mujer que presume de sus accesorios de satín y charol. Pero la belleza que rodea a la incrédula mujer llega inesperadamente, como de casualidad, por medio de la caída inevitable de las gotas pluviales. ¡Mujer bella que no das a conocer tu esencia y necesitas, consecuentemente, de tus ropas para afearte más, para reducir la belleza innata que hay en ti!
¡Oh, noche de noches olorosas y resumidas en la moda!
El ambiente, oloroso a madrugada sexy, se prepara con un vestido plateado, cual si fuera dignidad pura, que refleja las ascuas del “beat” nocturno. Y ese pedazo de tela brillosa cubre y esconde la desnudes que ya nadie ve... , la desnudez que ya a nadie interesa. Luego al entorno, bolso del “funky”, se agregan todo tipo de “etupi-facientes” que convierten a nuestra linda noche en una “lady chic” que esconde sus secretos en la ausencia del Viajero.
Nadie se entera del Viajero. No hace falta. Pero todos los de ahí exhiben so “look” de fiesta; luego se pierden…

II.PAYASITA
Con el cabello desinteresadamente recogido, ella, melancólica y mediocre, bajo un abrigo de tafetán, se halla a sí misma como aquella sede prístema de danza en torno al cuerpo, como aquel olor a disfraz cabaretero que es movimiento y acción. Su rostro va vacío, y, sin embargo, su maquillaje deja entrever una intencionalidad hacia el cielo.
¡Noche de fantasía!
Enamorada y sin importarle el sudor de la ciudad, corre y corre a ver su novio, un don Juan que ya se fue, un Quijotesco tío que escogió a su terapeuta alternativo y se fue… Él sólo quería racimos de belleza.
¡Pobre niña, la pequeña modelo aún quiere que la sombra de sus ojos dure más tiempo!
Y ella llega al lugar indicado, al espacio acordado. No encuentra a su novio. Mira a su alrededor y no ve más que el absurdo de la psicología sentimentalista. Llora, y en sus lágrimas se encuentra con su “splín” causado por los excesos de la navidad consumista…
…Y todos se ríen de ella que está allí, sentada como si fuera una payasita que narra chistes con su soledad: Flatus vocis al viento que se carcajean con la masa andante. Auque no hacen falta risas explosivas para la burla, todos son indiferentes a ella, es decir, todos se burlan de ella, todos los que la miran la ven como un guasona en ridículo…
Todos se ríen de ella porque todos escuchan los chistes que no narra. Todo ríen, menos el Viajero que, al mirarla, la llena de sentido.
Aquél que le evitará los gastos descontrolados de la próxima navidad.
La payasita no cubre por si sola sus agujeros existenciales…

III. HIPOCONDRIASIS
El engaño los cubre. Los llena de besos apasionadamente falsos. De sofisticas caricias. El Viajero espera, sólo espera con una sonrisa en su pecho.
Comienza el nuevo año lleno de artesanías tecnológicas: La síntesis de Ipod, el análisis del buscador y la memoria del USB. Ahora sólo creen en el valor enajenado, proyectado, de manera ideal, a las cosas. No hace falta gastar mucho dinero para que los presentadores de los programas de televisión y de radio digan cuán estupidez camina en el horizonte actual.
Hay una interpretación de sus espíritus que concluye en la detectación de síntomas físicos anormales y falsos. Todos empiezan a sufrir y, al mismo tiempo que se crean necesidades innecesarias, se crean enfermedades inexistentes, las actitudes básicas se convierten entonces en bichos porteadores del mal. Y no están enfermos del “cuerpo”, como dicen ellos, sólo trescientos o cuatrocientos gramos de más en sus abdómenes, pero nada grave…
Lo grave es su temor desviado. Tanto cuidan que su cuerpo (así nombran a su ser) no se salga de los cánones de belleza que divagan en la popularidad y pasividad que inventan (y quizá eso sí sea enfermedad) un dualismo inverso al dualismo que ellos mismos critican… No sé si lo criticado es el dualismo o la primacía de alguno de los elementos.
Pero el Viajero comprende su ensimismamiento “corporal-sufriente” que los aleja de su ser en general.
Hipocondríacos todos. Engañados entre sí.

IV. BOCANADAS DE RUIDO SOBRE LA NIEVE.
Ha nevado en el Pirineo Aragonés. Paloma lo sabe. La juerga está lista. En España hay una verdadera revolución en lo que a diseño de ropa invernal se refiere. Hay esquís de madera, de metal y de material efímero; resistentes todos, alpinos o de fondo, sólo haría falta ponerles un poco de cera para potenciar su deslizamiento. Botas y bastones de todos los colores para conjuntarlo con la mochila, la cantinflora y la ropa en general, sin olvidar las gafas de sol, la crema protectora y los frutos secos, ¡tan secos…! Todo esto se encuentra en el saturado “EURO-SPORT” de Bilbao y en el insatisfecho “Free rider” de Salamanca… Paloma lo sabe.
¡Tradicionales y dogmáticas vacaciones en la nieve, vacaciones ofrecidas en días sueltos, fines de semana y fortaits! ¡El viaje sofocante a las tranquilas montañas (sin temblor) es siempre ofrecido en un siete o diez por ciento de descuento por “viajes el corte Inglés”! Paloma lo sabe.
Tres días después de que empezó la nevada, el silencio del descanso se ausenta de aquel apartamento para seis personas que Paloma alquiló en ciento veintiséis Euros por noche… Alejandra, Susana, Yolanda, Marijose y la bella Paloma, ave pérdida en el laberinto de los dioses sin cielo, hablan del zodiaco, de las diez buenas razones para ser solidarias, de los secretos que guardan para ser las reinas de las fiestas… Hablan, en resumen, de sus placeres en miniatura, hablan de los dioses que no se preocupan por sus fieles.
De pronto Paloma siente un impresionante vértigo al tomar conciencia de una especie de infelicidad, baile sin ritmo, en su corazón y en su entorno. Más allá de las risas y carcajadas, ella encuentra una ausencia que no soporta más, una permanencia penetrante y fétida. Detecta un enorme vacío en el significado de las palabras que emanan del círculo social donde se encuentra. Su rostro se entristece mientras pronuncia la palabra “moda”.
Y ella suspira profundamente, luego mira la montaña. ¡Oh vértigo penetrante, cúmulo de rock psicodélico! Sin dudarlo, Paloma desea y anhela la firmeza del al montaña y la cercanía de ésta con el cielo…
Se tranquiliza tras escuchar las bocanadas de ruido que reposan sobre la nieve…
Ya por la noche, ella llora inconsolablemente y no sabe por qué… no sabe que el Viajero ha llegado para rescatarla del laberinto ruidoso… El pop se hace jazz, y el laberinto, camino.

¿POR QUÉ NO?
Ayer me preguntó una pequeña modelo que vestía jeans vaqueros que donde podría reconocer la presencia del viajero…
Su sonrisa era fingida, sin embargo, su pose era la de “El pájaro de fuego” de Igor Stranvinsky; sus ojos, dos marfiles del Phaquidermo portiano; y sus lagrimas, agua que corta la piel del espíritu.
Cabello de ballet colorista. Bellaza distinta a la pasarela Cibeles. Glamour de etiqueta sobre su mirada…
-En el silencio, le contesté sorprendido, en el silencio inexistente de las canciones de Radiohead, en la in-permanencia del puro y hermosos rostro de Sarapova, en el espacio de los ojos perdidos de de Crawford, en la efimeridad de aquella crema que utilizas para reforzar las defensas naturales de tu piel, en la seriedad de humor de Mingote, en la distancia que “Movistar” no puede acortar… luego observa y lo verás…
-¡Allí!-, me replico ella.
-¿Por qué no?


Texto agregado el 30-01-2008, y leído por 146 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
03-02-2008 No entendì muy bien quièn era el viajero. Me cuentas? doctora
 
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