Aquellas olas profundas del verano de mi infancia, pasaron siendo tristeza. Sólo veía dolor nada de compasión. Hoy a estas alturas siento el mismo tormento, apenada por lo mío. Solo aquellos recuerdos borrosos, manchados de lágrimas me sirven para recordar que hubo tiempos peores, que la calma volverá a llegar. Mi triste amargura queda difuminada por los ojos de aquel recuerdo que en mi corazón se guarda. Hoy no ha sido solo un enfado sino todo el desamor de mi triste enamorado. Ya no volverá, su recuerdo me hace daño. Hoy mi mar no está en calma, sino revuelto y desesperado, mi vida acabada y mi luz apagada. Aquella gente que por entonces me ayudó, ya no está, se marchó. Ahora triste y sola espero llegar al puerto de la felicidad, porque ya se sabe: después de la tempestad la calma siempre aparecerá. En estos momentos mis sueños ya no están, se fueron volando sin mirar atrás, solo apenados recuerdos se quedaron para no marchar. Tu amor era mi aliento mi razón. Te escucho en mi recuerdo, como olas en la mar, solo mi triste amargura me hace recordar que todo lo que se viene se va.