Salí y se me quedaron las llaves dentro de casa...quería derribarla cuando oí que sonaba el telefono, pues sabía que era ella quién me llamaba y lo haría sólo una vez, pues eso fue lo que me dijo cuando se despidió el 3 de enero: Andrés te llamaré una sola vez y si no me contestas es por que realmente eres el asesino.
Pero al fin solo camine en este día nublado, cuando comenzó a llover ya me sentía mejor con la ilusión más alta que mi coresterol. Barajé opciones y decidí lanzarme al Mapocho, con una tabla de surf y agitadas ambiciones. Cuando volaba pensé: si Mozart hubiera nacido en el siglo XX, sería Charly García.