Y te venden la luna,
virtual y a plazos,
y te venden la calle,
los desgraciados,
y te venden,
Y te venden la vida
y también la muerte,
y te venden seguros,
los avispados,
y te venden,
Y te venden la luz
y también su ausencia
y te venden un cable,
y te venden,
Y te venden de todo,
con o sin cables
y te venden,
Y te venden la gloria
y te venden la pena,
los muy farsantes
y te venden,
Y te venden el gozo
mendaz y falso,
y te venden esfuerzos,
los enterados,
y te venden,
Y te venden parroquias,
con o sin fieles
y te venden la historia,
los malhechores,
y te venden,
Y te venden historias,
jamás escritas,
y te venden mentiras,
los mandamases,
y te venden,
Y te venden el hambre
y también la droga,
y te venden la sed,
y te venden,
Y te venden a vos,
y a todos los tuyos,
y te venden los ojos,
y también pestañas,
y te venden,
Y te venden los brazos
y los oídos
y te venden la ira
y la paciencia,
y te venden,
Y te venden muriendo
y también matando,
y te venden llorando
y también sangrando,
y te venden,
Y te venden barato
o a veces caro,
dependiendo de cómo
esté el mercado,
y te venden,
y te venden,
y te venden.

Eytán Lasca © 2006