Solamente en esta frase ... el hilo del entendimiento humano ... ya me pierdo. Y lo hago porque el hilo que yo veo es muy frágil, y se rompe continuamente cuando el entendimiento humano flaquea. Qué curioso, se rompe por falta de peso y no por todo lo contrario. El entendimiento debe ser algo muy peligroso porque los SEÑORES que dibujan la sociedad no quieren que lo aprendamos; no quieren que oigamos los gritos de nuestros semejantes; no quieren que aprendamos la singularidad de la expresión. Debe ser algo extraordinario, tanto, que cuando lo consigues es porque has burlado los obstáculos de la palabra; una palabra impuesta y que ahora te das cuenta que la puedes cambiar, modificar, anular, gritar, propagar, exaltar, cantar... y todo eso es lo que los SEÑORES temen, temen a tu palabra. Y temen al sonido de nuestras palabras, porque nuestra es la voz que debe alzarse en contra de toda falta de entendimiento. Nuestra y sólo nuestra es la obligación al entendimiento.