Era como   cualquier otro día pero solo que en esta ocasión era el momento de 
entrar nuevamente a clases, llegue y era como en todos los años pasados; que llegaban y todos serian, empezando  a presentarse, sonreían, platicaban y seguían con su rato. 
Entrando al salón, tome mi asiento, me sentía nerviosa  como cualquier otro estudiante a la hora de    presentarse al maestro y al grupo. Al  terminar mi turno de presentarme  sentí un alivio y todo parecía ir muy bien, pero después de mi  alcance a escuchar una presentación algo rara y absurda. Se trataba  de un compañero que tenia una expresión algo macabra pero me llamo la atención, era apuesto y bien parecido. 
Terminaron las clases y me retire  a mi hogar. Estando en mi casa perdí el rato viendo tele y caminando de aquí a haya hasta que llegara la noche para después empezar un nuevo día. A la mañana siguiente estando en la escuela entre al salón y me dirigí a mi lugar pero para mi agrado ahí estaba aquel estudiante  tan bien parecido, me acerque a mi lugar y me senté, entonces de pronto me salieron las palabras – estuvo tú comentario algo fascinante-. Se preguntaran que comentario hizo verdad. Lo que el había comentado era de que estaba en busca de cosas paranormales así que con una mirada de cansancio y enojo me respondió  - ¿acaso eres un alíen?- yo fuera de orbita le respondí que no pero el con su cara seria me dijo – esta conversación no tiene sentido-, así que se voltio mirando fuera de la ventana sin decir nada. Así que muchos de los demás compañeros se acercaban a el queriendo  mezclarlo a su circulo de amigos pero su respuesta  seguía siendo – no me interesa, es pura perdida de tiempo – y así nadie le decía nada para ya no molestarlo. 
Al termino del semestre fue el momento del desencadenamiento de esta historia  o de mi vida  pues al ir caminando un día después de haber concluido las clases  por el centro de la ciudad accidentalmente me tope con ese extraño alumno que por cierto se llamaba kiokun, mientras me miraba a lo lejos no sabia que expresión poner así que solo fingí una sonrisa, el acercándose no dijo nada y solo me miro y se marcho, yo aliviada de  
 
 
 
 
 
que hubiera ya pasado me fui caminando hacia mi casa, unas cuadras antes de llegar fui asaltada por unos maleantes que me quitaron las compras del mandado, huí de ese lugar a toda costa sin ninguna importancia alguna, al llegar a mi casa le conté todo a mi mamá así que me abraso y me dijo que iba a llamar a la policía para que atraparan a esos maleantes, yo mirándola fijamente con ojos ya casi derritiéndose moví mi cabeza de arriba hacia abajo, entonces ella fue a la sala y en ese instante alguien llamo a la puerta, al abrirla me quede pasmada era Kyokun  así que me dijo – toma, tener mas cuidado de no salir tan tarde- , se retiro y no me dejo ni decirle gracias.  
Esto me sorprendió, pues aparte de que era una persona seria me habían contado una de sus antiguas compañeras que el nunca asía favores a nadie y mucho menos  expresaba unas palabras tan largas así que al siguiente día me propuse  ir a buscarlo  para darle las gracias, aunque no sabia por donde empezar, así que pensé en quedarme en el centro de la ciudad para ver si aparecía  por esos rumbos  pero  todo fue en vano, por que nunca apareció, en los momentos que pensaba retirarme llego una de mis compañeras de clase así que le conté la gran historia, ella sorprendida por esos actos me platico que sus padres de kyokun le avían  abandonado cuando tenia  5 años y por eso tenia que vivir con sus abuelos  quienes casi nunca se encontraban en casa.  Después de estar platicando de este asunto  y otras cosas me despedí y me retire a mi casa. 
Una semana antes de entrar  me tope nuevamente con Kyokun pero esta vez lo vi tan contento que al pasar  a mi lado sonriéndome no pude moverme por la impresión que me lleve. Así de pasmada iba de regreso a mi casa, vi a lo lejos a kyokun  recargado en una pared tocando una melodiosa canción con un silbido, yo acercándome  por donde el estaba  me miro  y me dijo que fuera con el, así que le pregunte para que,  el con una sonrisa  me tomo de las manos  y dijo para ver volar a los ángeles asía el cielo.     
 
 
 
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continuara...   
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