EL QUINTO ANIVERSARIO DE NUESTRA PRUEBA DE AMOR
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MARIODELAFUENTE@CHILE.COM

Todos los días viernes justo a las cinco vienes a visitarme,
creo que nunca, flores de invierno, has fallado en esta cita,
desde hace cinco años, mi bella dama, eso me excita,
tu llanto tan lastimero , si no lo escucho va a despertarme.

Un día viernes ,brisas y aromas de primavera,
hace cinco años, sin faltar nunca ,que bella flor,
para nosotros jóvenes-niños ,la vez primera,
pasaríamos juntos, así acordamos,“ prueba de amor” ,

¡No!, me dijiste ,toda dudosa , después de un rato,
no estoy preparada, no tengo ganas, siento dolor,
pero mi fuerza más el impulso del hombre bruto,
rompió los sellos, nunca tocados de tu candor.

Vetustas paredes blancas pintaron los fuertes gritos,
oídos omnipresente como aire libre , enrojecieron por tu pavor,
perdona vida ,te susurre, muy temeroso con voz en rito,
gritaste luego:¡Me desgraciaste para la vida, vil traidor!.

Salí corriendo sin preocuparme, linda perdona,
un viernes justo a las cinco desesperado, sucio indecente,
salí corriendo despavorido para alejarme de la casona,
que cobijaba nuestros encuentros, estoy demente..

En la autopista, sin rumbo alguno intoxicado por esa angustia,
de haber defraudado, de hacerle daño a mi bella flor,
sentí vergüenza de delincuente, de traicionero,
dejé tirada en ese lecho, toda deshecha, doble traición.

Quizás cegado por los impulsos, a mil por hora caí al abismo,
huyendo como un cobarde de un vil orgasmo, sin precedente,
sorpresas del desamor de un “cara dura” ,de un vil cinismo,
los viernes sin faltar nunca, “prueba de amor” al delincuente .

Como la luna esta presente en tu rostro santo,
cubre tu cuerpo sacrificado y entre tus brazos,
un niño dulce que fue creciendo entre tu manto,
triste carita, lloran sus ojos, son nuestro lazo.

Aquí me encuentro desde ese viernes, tuve la culpa,
cinco años pasan siempre de prisa , una traición,
no queda nada seguramente del cuerpo humano,
esta la prueba que no cumplí , por eso huele la pudrición.

Cinco años llevo postrado en este nicho,
todos los viernes, verte un momento es lo mejor,
qué me pasó no lo comprendo, con mi capricho,
no lo pensé, no me perdones , soy lo peor.

No me lo explico tanta firmeza de pensamiento,
van de la mano con esa prueba que nunca fue,
aquí te espero, en esta tumba y el firmamento,
siembras tu vida con esos vientos de buena fe.
Como quisiera, haber pensado solo un momento,
como debieras haber actuado, sin timidez,
de vez en cuando vienen muy bien los sufrimientos,
todos los días y deben ser breves, una idiotez.

Perdona vida, ya no lo digo por egoísmo,
perdona hijo por negarte al padre, que nunca fue,
espero triunfes junto a tu madre sin mi cinismo,
pero disfruta toda tu vida de su vejez.

Aquí presente desde hace cinco años, un monumento,
los desamores, los desencantos y mi embriaguez,
fue un accidente así lo dicen esos papeles y documentos,
fue culpa mía, fue mi imprudencia, mi estupidez.

Todos los viernes como a las cinco abro los ojos,
para escuchar esos pasitos que temerosos vienen por mi,
sobre este mármol dejan tus manos claveles rojos,
luego se escapan tras la pelota del campo santo con frenesí.

Dejo a mi lado un frío espacio que crece con sufrimiento,
por si ahora quieres pasear un rato por el jardín,
prueba el amor carnal entre las sombras del firmamento
pues la del alma, ya la has pasado de amor sin fin.

Bueno: siempre he venido para decirte que fuiste un necio,
nunca en la vida me atreví, a confesarte esa verdad.,
pero ha llegado ese momento que no tiene precio,
el de decirte por un momento la realidad.

Hace cinco años que estoy sufriendo con esta historia,
pues no era virgen y allí sabrías mi situación,
por eso vengo para decirte un día de gloria,
por tu descanso, por mi descanso, por mi pasión.

El niño que ves corriendo en esos prados,
no es hijo tuyo, es hijo mío y mi traición,
debo decirte que hoy me despido en este instante,
hace cinco años que estoy casada con mi ambición.

Doble traición podrían llamarlo los familiares,
un modernismo, un vil cinismo, un “calentón”,
pero ha llegado justo el instante en estos lares,
de darle término a las mentiras y a mi traición.-