Te invoco Señor de los Avernos para
que vengas a la tierra a equilibrar la balanza.
Me aburrí de esos dioses blanduchos que
con su eclecticismo barato nos hunden
en el cenagoso pantano de las dudas y tú
que eres por lo menos un especialista del mal
tienes una imagen corporativa potente,
eso te hace creíble ya que no eres de los
que colocan ambas mejillas para que aquellos
abusadores las aporreen a destajo
ni andas esparciendo palabras para
que los oídos sordos las ignoren.
Etiquetado como el paladín de la maldad,
jamás se ha sabido que por tu culpa
se mueran los niños, o se arrasen las aldeas,
que las bombas asolen a una nación o que
el hambre desgañite las gargantas secas
de los miles de seres hambrientos.
Son los buenos, con sus irreductibles principios
y sus hermosos discursos apoyados por todos
quienes inventan conflictos para que los ricos
sigan siendo ricos y los pobres ojalá nada.
Te espero en donde quieras, no para hacer pactos
que para eso están los políticos, sino para ser
una especie de sacerdote tuyo, muchos dicen
que tengo cara de bueno y eso es buen camuflaje
para infiltrarme en los perspicaces departamentos
de los que ostentan hoy en día el poder, espero
que llegues luego para conocerte a fondo
dicen que eres buen chato, que te queda algo de sublime
escondido debajo de tus alas negras, no dudes
en atacar directo al norte, allá donde impera ostentosa
la nación más powerfull del orbe, quiero que Bush
se vaya al cielo para que no contamine el infierno
y que tú ganes las primarias, las secundarias
y todas las que vengan para que los gringos sepan
que al fin tienen el presidente que se merecen…