Pienso que los humanos estamos construyendo(peldaño a paso firme contra tablones y caballetes) dentro de la realidad en la que estamos sumergidos, un mundo abstracto, irreal pero que duele, donde todos los resortes,
por no decir engranajes culturales que es menos cierto, están relativizandose,
o camino a autonomamente desintegrarse,
también los factores morales están contaminadose de esa nueva magnitud.
Es decir, el infierno, oh que tal vez no exista,
está usurpando esta realidad, con la anuencia de nosotros mismos, que fantasmalmente jugamos ha ser afortunados diablos, que protagonizan el nuevo tiempo, o de lo contrario dioses con forma de reptiles, y claro luego necesitamos fuego en las torres, nubes en la alcoba, tiempo para pensar con animo de desentrañar la táctica del juego,
la estrategia del planteo. !Pero con urgencia!
aun a pesar de tirar la pelota afuera como medida precautoria.
Hay que sumar a esta polarización (cual si estuviesemos hablando de democracia)
una porción importante de gentes, personas:
que de tan indecisos no cazan maripositas ni aunque halla miles dando vueltas sobre el picnic,
es decir son anárquicos indiferentes a todo,
felices personas que no temen por la forma que pueda adquirir el futuro (puesto que sí la realidad termina siendo una jaula, esa será la tormenta a beber).
Yo estoy con los folletos explicativos de cada sección que mencioné, haciendo mímica de abrir y cerrar perillas virtuales de artefactos invisibles, más luego rascándome la zona cervical,
como queriendo que esa parte me dicte la respuesta ya que mi mente no da para tanto.
Dejé de conversar con mi sombra el día que supe que era una mancha.
Entonces camino dentro de un laberinto formado por individuos que obstaculizan la salida,
entonces los sentimientos quedan encendidos,
día y noche en la misma sintonía dentro de esta desavenencia que padezco, entonces pregunto,
preguntando al viento que sopla,
entonces pasa que me cuesta abstraerme de eso que denuncio y luego infiltrarme en el tiempo que toca vivir.