Veo la luna y me callo, no, yo no me callo,
todo el mundo lo hace y ese silencio crece
y se hace grande, se hace enorme,
se hace impetuoso como la noche.

¿Qué veo en ti luna?
¿tu blancura refrescante?¿tu luz clara en la oscuridad?
No, es lo contrario, es tu oscuridad en la luz;
tu negro semblante en la blancura.

No es la pupila negra la que me absorbe en tus ojos,
sino el iris que hace el vacío.
No es la luz lo que te hace vivaz sobre los cielos,
sino el vació que te da la vida.

Ese vacío que crece y crece y me traga, y me aspira,
y me consume y soy pequeño de repente ante ti, titán.
y el silencio y ahí estas tú, grande, solitaria.
No, no es eso, es lo contrario.

Acompañada siempre por cientos, por miles,
por millones de ojos que te observan desde el espacio
y a los que veo con envidia desde aquí;
desde mi balcón.