Alma mía sola, siempre sola
sin que nadie comprenda
tu sufrimiento,
tu horrible padecer.

Fingiendo una existencia
siempre llena
de dicha y de placer,
de dicha y de placer.

Si yo encontrara un alma
como la mía
cuántas cosas secretas
le contaría.

Un alma que al mirarme
sin decir nada
me lo dijese todo
con su mirada.

Un alma que embriagase
con suave aliento,
que al besarme sintiera
lo que yo siento.

y a veces me pregunto
qué pasaría,
si yo encontrara un alma
como la mía.

¿Y?
¿Si sólo soy un ser sensible?
¿Si camino lento por la vida?
¿Si no digo todo lo que pienso?
Porque es variado y mucho.
¿Si no tengo sólo buenos sentimientos?
Algunos malos pero divertidos.
¿Si soy honesto pero empático?
¿Si robo corazones?
¿Si mi sentido del humor es rudo?
¿Si río de mí?
¿Si río de ti?
¿Si río de todo?
¿Si tengo dudas y no siempre sé lo que deseo?
¿A veces serás tú?
¿Si el compromiso es primero conmigo?
Para ser magnánimo.
¿Si miento en ocasiones? Y así no martirizo.
¿Si mis vicios son dolientes, indolentes y perfectos?
¿Si mi vicio eres tú? ¿No es contradictorio?
¿Si mis retos son ya descalabros? ¿Si deseo poco?
¿Si mi estabilidad es didáctica? ¿Si mi economía es empírica?
¿Si mi victoria es pírrica y mi derrota heráldica?

¿Por qué? Me pregunto:

Buscar personas y colocarles juicios.
Buscar humanos y desear la perfección.
Buscar respeto e imponer aspiraciones.
Buscar amor y solicitar futuro.
Buscar pareja y pedirle que decida.

¿No es más fácil?

Limitar aspiraciones.
Denegar expectativas.
Respirar aventura.
Solicitar bonhomía.
Ofrecer experiencia.
Encontrar azoro.
Y conocerse en el camino.
Así es siempre, así será.

Y el que diga lo contrario,
en la frente se dará.