Y es que así son todos nuestros juegos.

Tú te escondes y yo te busco. ¿No te has cansado de esconder en el mismo lugar? Ya me harté de encontrarte siempre tras la misma roca, la única dentro de este camino, que muestra su bifurcación próxima.

De nuevo estás escondida, de nuevo tras esa simple roca, estás tan sumergida en tu papel que no te das cuenta que ésta vez también yo me escondí... que esta vez yo quiero ser encontrada.

¿Buscarás? Lo deseo tanto... tanto que sólo tienes que voltear. Estoy a tu lado, como ayer y como no podré evitar estar mañana. Sólo sal de tu escondite.