TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / Misuko / El Capitán Fear (I)

[C:362760]

Era él un tipo alto. De barba poco poblada, aun menos cuidada y de retorcidos pelos ya encanados. De mirada afilada como navaja de barbero, su único ojo parecía la antesala del mismísimo infierno. Gesto neutro, como el de un cadáver, no mostraba el menor atisbo de sentimiento alguno, ni la sospecha de que jamás antes lo hubiese albergado. Pero lo que más pánico producía era su voz, capaz de cortar gargantas, atravesar corazones o colgar del gaznate al más fiero enemigo, o amigo. Pirata no por devoción ni aventura, sino por destino, cruzaba todos los mares sin rumbo. Tal era su inhumanidad que cuentan, que su único objetivo era tornar en rojo las azules aguas de océanos y mares.

Esa madrugada, aun no había salido el sol por completo, cuando apareciendo frente a la bocana del puerto, un barco, sin señal ni bandera, que hizo tronar todos sus cañones al unísono, convirtiendo la pequeña ciudad y sus débiles defensas en ascuas después de la segunda andanada.

El Capitán Fear, como así le llamaba la tripulación, dio orden de saqueo. Como hordas de bestias rabiosas, sus menos de cien hombres desembarcaron y se dieron al asesinato, al robo, a la violación, a la tortura, como sumidos en una orgia de violencia y sangre que les consumía el poco seso que pudieran tener.
Semejante horda seguía a rajatabla las tres órdenes de su Capitán: primero muerte, luego saqueo y después destrucción. El aire olía a pólvora, humo y sangre. Los gritos de terror y muerte reinaban por doquier. Una sombra indescriptible cobraba forma poco a poco entre el humo y la luz de los incendios.

Caminaba el Capitán Fear con paso tranquilo y firme, esquivando sangre y muertos. Mirando a un lado y otro de tal manera, que si su faz fuese capaz del más mínimo gesto, cualquiera afirmaría que disfrutaba con tal orgía de destrucción. Pero ni siquiera ese sentimiento salvaje podía adivinársele. Lo más humano que en ese momento podía verse en su cara, era el reflejo de los incendios en su única pupila. Esas llamas tétricamente danzarinas, reflejadas en su ojo, eran lo único de vida que en el había. En mitad de un callejón encontró a unos de sus hombres tumbado encima de una joven, intentando despojar de obstáculos el camino hacia su sexo. Ella, de hermosísimos ojos azules permanecía inmóvil. Vestida de harapos, su bello rostro, tan inexpresivo como el del mismo Capitán, miraba hacia el mismo lugar por donde el humo se alejaba.

El Capitán Fear se detuvo frente a la escena de violación. Fijó su único ojo en la joven y sin pronunciar palabra, aparto a su hombre de la joven. Éste balbuceo unas palabras de protestas, que acabaron en macabras gárgaras de sangre cuando el puñal del Capitán Fear seccionó de lado a lado su garganta. “Al barco, y que elija los ropajes que desee. Quien la toque pagará con su garganta”, sonó la voz del Capitán, tan inexpresiva como siempre.

Texto agregado el 21-07-2008, y leído por 104 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]