¡Ya basta! con este despotismo, en el que ahora nos encontramos como un hecho descarado de una sociedad que no hace más que embellecer sus errores mediante la publicidad absurda e intencional. Se nos marca tanto el silencio y a la ves se oyen a gritos nuestras desdichas como punto máximo para causar la atención de los demás, con intenciones bajas de ser las victimas. Bien podríamos decir que lo somos mas sin embargo muchos de los casos sufridos no son más que el resultado inepto de nuestra actitud permisiva y cerrada. Si se desea un cambio se necesitaría mas de mil protestas y huelgas de hambre, se necesitaría levantarse de una buena ves e ignorar el pesimismo y el “realismo” (como bien muchos le ponen al hecho perezosos de no querer hacer algo por simple miedo a quedar en ridículo ante los demás). Pero sin embargo hay que aceptarlo ya vivimos en la vergüenza; donde queramos ver ya estamos metidos en lo que muchos le dan la espalda y se hacen los ingenuos o si no le dan toda la responsabilidad de los errores a una persona o grupos de personas, para liberarse descaradamente. Ya basta hay que dejar de ser niños y afrontar nuestros errores con madures y responsabilidad, Ya basta de tanto show por parte de los políticos y los ciudadanos, que nadie es inocente, y ya esta mas que comprobado que no sirven de nada tanto albedrío. Estos no son momentos para tonterías. En estos tiempos turbios los amaneceres no son más que eventos que anuncia nuestro desenlace indeseable. El mundo en si, esta en una situación crucial donde debemos abrir los ojos y actuar. Sin ver las barreras, ya que sino superamos estos obstáculos ahora, jamás podremos sobrevivir en el futuro oscuro que acecha amenasando toda nuestra existencia. Abramos los ojos de una buena ves y empecemos a pensar como se debe, dejando a un lado tanto mundanismo basado en placeres irracionales que en los comienzos no existieron. Actuemos sin ese egocentrismo, no somos los dueños del universo, y mucho menos los mas sabios. De ser así JAMAS estaríamos en esta situación, que decae con cada segundo que respiramos y nos movilizamos. Ya no mortifiquemos al Creador con nuestros reclamos infantiles, con culpas insensatas y lastimas vergonzosas. Dios nos hizo con Fe y amor pero nunca con todo lo que ahora nos cargamos, por nuestra misma arrogancia. Podemos pedir VALOR pero no suplicar ayuda cuando nosotros tenemos toda la capacidad.