| Las luces se apagaron súbitamente y la oscuridad me atrapo en su seno...me sentía sofocado por la opresiva masa de tinieblas que me rodeaba
 la completa oscuridad y la falta de sonidos me impedía saber cuanto tiempo
 hacía que estaba así... y caí en la cuenta que tampoco podía saber donde
 estaba ni que había sucedido... pero no me importo, la desagradable
 sensación inicial había dejado lugar a una calma y bienestar que me reconfortaban
 no podía recordar nada y esa falta de recuerdos me resultaba reveladoramente
 bella... podría pasar un largo tiempo asi... descansando... eternamente...
 
 ----
 
 Aun recuerdo con amarga ira como fui desterrado de la inexistencia...
 Comenzó como una leve insinuación de una idea, que luego muto en tenue sensación
 y de a poco fue creciendo en intensidad, tomando forma en mi diluida conciencia.
 La sensación fue en aumento, tornándose molesta, volviéndose dolorosa y una vieja
 conocida se adueño de mi con una magnitud enorme...
 Jamás había sufrido un hambre tan atroz!
 
 Sentí la imperiosa necesidad de comer, no podía quedarme impasible, tenia que
 conseguir algo que calmara el dolor que surgía de mis entrañas...
 Intente levantarme y sentí con pavor como la oscuridad se hacia palpable y material
 A mi alrededor, mi cabeza golpeo contra algo y caí recostado nuevamente,
 Me sentí atrapado y la desesperación me hizo levantar los brazos, la ira me daba
 fuerzas, Un gruñido gutural e inarticulado surgió de mi y el temor dirigió mi puño
 para desgarrar la oscuridad con secos crujidos...
 Mis manos se hundieron en la obscura humedad y con desesperación comencé a abrirme
 paso a través de ella.
 
 Cuando finalmente logre salir de la oscuridad me encontré en un panorama de
 pesadilla, el cementerio hervía con cuerpos que se levantaban de la tierra gimiendo
 y gruñendo al igual que yo, vi que muchos se dirigían hacia las luces de un
 lejano pueblito y en ese momento sentí ese olor dulson que hizo estremecer mis
 entrañas, el aroma de la vida recorriendo sinuosos caminos basculares...
 El dolor y el hambre acuciantes aumentaron y comencé a moverme como pude en
 dirección a la luz...
 
 En mi lento deambular veía a los otros, cubiertos de harapos, movían sus osamentas
 siguiendo el singular ritmo de quejidos y gorjeos que podíamos crear con nuestras
 corruptas gargantas...
 Algo de conciencia se abrió camino entre el dolor y me detuve ¿que estoy haciendo?
 pensé...
 En ese momento un perro apareció entre las matas de yuyos gruñendo y
 salivando, sin detenerse se lanzo sobre mi y apretó su mordida en mi pierna mohosa
 pero el dolor no cambio...
 Solo el hambre atroz seguía hostigándome y al mirar al animal sentí ese preciado
 aroma muy cercano y la necesidad nublo la poca conciencia que había recuperado...
 Mis mano sujetaron al animal y mi dientes comenzaron a morderle logrando hacer manar
 el ansiado liquido, ese delicioso elixir que detendría mi malestar...
 El animal soltó un breve gemido y luego dejo de moverse brindándome su vida.
 
 Cuando ya no pude obtener mas de mi victima me incorpore y note que
 el dolor no había disminuido... debía conseguir mas y pronto!!
 Como los demás, me dirigí al pueblito, en el horizonte comenzaba el amanecer...
 
 |