Como cada noche desde un tiempo a esta parte decide irse a la cama sólo cuando verdaderamente está agotada y el sueño la venza enseguida.
Empieza a sentir miedo de irse a la cama. La ansiedad y la angustia aumentan a medida que sus pasos se encaminan a la cama.

Anticipa lo que sabe que va a pasar. Pero es debe acostarse. Es tarde.
Cada vez que se tumba con la intención de dormir siente esas manos que atenazan su garganta, se afierran a ella e impiden que el aire llegue a sus pulmones. Le falta el aire, siente que se asfixia.
- Pero no hay nadie aquí, es producto de mi imaginación. He de calmarme, tranquilizarme, respirar profundamente. Sé que el aire sí llega... que no me asfixio- Se dice a sí misma.

Es perfectamente consciente de ello, pero sigue sintiendo que esas manos grandes y fuertes oprimen su garganta, como si una presencia, una sombra, intentase asfixiarla.
Intenta serenarse pensando que no lleva nada que le oprima el cuello. Dejó de usar colgantes, gargantillas y cadenas por ese motivo. Lleva una camiseta de tirantes, por lo que la extraña sensación de asfixia que la embarga no se deba a al ropa. Procura llevar siempre el cuello despejado.

Su ansiedad aumenta por momentos. Se incorpora y procura relajarse.
- No hay nadie aquí- se dice a sí misma- Todo es producto de la ansiedad, tus pensamientos están haciendo que somatices esa sensación de asfixia.
Por mucho que intente racionalizar, la sensación permanece, pero poco a poco, por medio de ese diálogo interno, consigue que la calma llegue.

Lentamente recobra la respiración normal. Se tumba de nuevo y espera a que llegue el sueño. "¿Hasta cuándo persistirá esta sensación?" se pregunta cada noche que le ronda la sombra de la ansiedad y la angustia.

P.D: dedicado a todos aquellos que hayan padecido estos niveles de ansiedad. Besos a tod@s.