Dudaba sobre el futuro y el azar,
creí que ya había entendendido todo sobre el amor,
tu flor me llego con sueños detenidos,
pusiste en mis manos un sol
que se llamará como yo,
porque nacerá en la madrugada de Acuario.

El azul, mi color favorito
perfuma el vientre que me motiva
donde amanece y estalla
en el momento preciso.
Las poesías se vuelven tiernas
al conjuro de tu presencia,
alguien que oficia de alquimista
y transmuta todo en ternura,
y esperanzas.

Voy como el viento preñando las rosas,
con esta voz de alegría y augurio
me abraza un cambio
que me trae tu fe y tu antojo.


Ven
dejame pegarme a tu pecho
y reconocer mi libertad,
ámame en cada susurro,
que la verdad se ha hecho para nosotros.