| Que hoy no venga a mí la  brisa,
 La misma que sopla en tu nombre,
 Que no recuerde  yo tu sonrisa,
 Ni el misterio que tu mirada esconde.
 
 Porque hoy quiero ser entregado,
 Al viento de ninguna parte,
 Los ojos al mundo he cerrado,
 Y se muere el deseo de abrazarte.
 
 Tal vez  yo  pequé de imprudente,
 Y tú saliste de dolor colmada,
 Ahora se borra el amor de mi mente,
 Y de nuestros sueños ya no queda nada.
 
 Sabes que  se fueron las tardes sonrientes.
 Y las mañanas del amor sentido.
 Tiempo de  guardarme el corazón entre los dientes.
 Y leer en tus ojos la palabra “olvido”.
 
 Lo peor es el tiempo que se nos fue de las manos
 Y las caricias que se quedaron en el viento
 Lo peor es vernos ahora como extraños
 Y que mi pecho se apriete por el sentimiento
 
 Porque aún miro en tu rostro el destino,
 Porque aún quieres mi estancia en tu vida,
 Porque aún pisamos el mismo camino,
 Y porque aún estas en mis ojos metida.
 
 Caminaremos tranquilos en adelante,
 Sin saber nada ni sentirnos lejos,
 Caminaremos la vida con un paso errante,
 Y sin recordar nada nos haremos viejos.
 
 Te digo adiós y te ofrezco mis brazos,
 Y tú nerviosa te enredas el pelo,
 Me dices “te quiero” y detienes tus pasos,
 “Te veré siempre en las manchas del cielo”.
 
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