Recuerdos de antaño para olvidar.

La lluvia borra estas letras,
de páginas escritas para recordar.
El horizonte anuncia el cambio,
y los jinetes ya empiezan a cabalgar.
En el campo de batalla,
yacen los cuerpos,
y la sangre envejecida,
se mezcla con las fragancias de antaño.
Los agónicos ecos de los caídos,
se confunden con los hermosos cantos de aves,
las cuales anuncian que la tormenta ha acabado.
¿De que sirve ahora recordar las vidas,
que en vano por nosotros se han ido?

Mejor sonreír con gracia a nuestros hijos,
y arrancar con furia estas viejas páginas.
Diluyamos la sangre derramada de nuestros hombres,
y perfumemos de vida nuestros bosques.
Amansemos con amor aquellos corceles,
para que los próximos cabalguen en paz.
Fundamos hoy esas espadas
para construir mañana palacios de plata.

En mis tinieblas veo una luz,
la única capaz de guiarme en esta hazaña.
Prometo que lo que ahora es tinta en papel
será el principio del mañana.