Pedaleándole los dedos en el pelo
Sin contra pedal que me domine.
Sin un racimo de culpas…
Sin cáscara en pensar que ya no pienso.

Hilvanándote el omoplato de un beso
Cocinando mi nariz sobre tu espalda
Con mis dedos te diseño por las rayas
Copiando a un dios que por suerte te ha creado

Con el sol y con el cielo de costado
Un agujero de luz en lo celeste
Hago ruido con tu espalda entre mis dientes
Y me quemo con tu nuca, y me desarmo.

Entre telas y telones te debato
Y te presto cada uña que me pidas
Sin que digas, ni me grites, ni me cantes…
Y a tu dulce paladar me juego en llanto

Con la sal de tu bravura me seccionas
Y mi azúcar se hace sangre entre tus labios
Sobre tu cuerpo, juego, miro y siento un campo
Por correr con los dedos al desnudo.