| Poema dedicado a mi reina, la dueña de mi corazón  Venus Maritza [yetsenia]
 Eres
 Brisa fresca creada por las olas del mar,
 que acaricia y reconforta
 Mi cuerpo impetuoso, fatigoso, hastiado.
 
 
 El brillo, matiz que se establece en las pupilas de mis ojos.
 Dándole sentido a mi vista,
 que no concibo más que mirarte y avistarte,
 apreciarte e inspirarme. Al verte en todo espacio.
 O hábitat.
 
 Eres
 Esas delicadas mieles,
 Puras que endulza lo acres y huraños
 Amparándolo en afables inciensos.
 
 
 Sápido y delicioso néctar que escudriñan
 Y aciertan las mariposas,
 En cada pimpollo en madrigales, los edenes y mirasol.
 
 Eres
 Claror retornante aledaño al amanecer.
 Dándole congratulación
 A la surta de un nuevo día,
 al clausurar el atardecer.
 Le da probidad a inéditas ángelus.
 
 Eres
 Fosforescencia sacra
 Adentrada reluciendo mi penumbraza
 Y desértica morada.
 Purificando senderos lóbregos y peligrosos.
 Guiándome y resguardándome en cada paso
 Que doy, donde quiera que estoy.
 
 
 Eres un serafín pulcro
 divino del cielo consignado por Dios.
 
 Eres
 El sol avivando solitarias alboradas tristes
 Y días eficaces.
 
 Eres
 Minerales que requieren y absorbe la flora
 Para adquirir subsistir y dar sus frutos y flores.
 
 Eres
 La perfección misma
 Musa ternura belleza y amor.
 
 Eres
 Vida, eres raíz, poesía, fuente de armonía,
 Devoción y amor, noble de corazón.
 
 Eres
 El cielo, eres la czarina de todos los ángeles.
 
 Eres
 Cada unas de las estrellas vistas,
 Admirada y atinada en el éter.
 
 Eres
 la agradable y glacial llovizna
 Que empapa y atavía las altiplanicies,
 Prolongándole vida a cada árbol desapacible,
 Y esperanzas y realidades
 De que nada es imposible en este planeta.
 
 Eres
 La gracias de Dios descendiendo en todo lo que existe
 Forjando que los arbustos desvigorizados
 Retornen a vigorizarse y a dar sus acostumbradas flores.
 
 Lo eres todo mi amor.
 
 Autor  John Anthony
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