Ohio, Iowa, Virginia y La Florida. Estos estados marcaron la diferencia entre el triunfo de Obama y MacCain. Es una alegría incomparable, un momento de gloria y celebración, no sólo en Estados Unidos, sino en Latinoamérica. Los gringos están cediendo ante su política racista y empiezan a ser más cuerdos en sus decisiones electorales. De ser el primer senador de raza negra al obtener una victoria en el estado de Illinois con más del 70 % de los votos, pasa a ser el primer presidente negro del imperio norteamericano. El racismo ha sido evacuado de la mayoría de los gringos y han dado un voto inteligente. Los prejuicios están cediendo y la gente está cambiando. Con 338 votos del Colegio electoral y el 51.9 % del voto popular, Barack Obama toma un nuevo desafío, decidir los destinos de la Casa Blanca. Habrá que teñirla de color oscuro.

Y como demuestran los números mayoritarios en la Cámara de Representantes y el Senado, el virtual presidente negro, contará con el apoyo y le permitirá obtener un mayor soporte para sus ideas, sus promesas de campaña y, hacer lo más importante, levantar a un Estados Unidos debilitado. A ver pues, si no es mucha cháchara y comienza a desarrollar su plan de gobierno. Y esperamos que Latinoamérica sí esté incluida, como tanto lo ha pregonado y no haya sido una promesa política, de campaña electoral.

Esperemos que sea el cambio que tanto ha proclamado, difícil reto de este senador. ¿qué hará, en verdad, con las tropas militares instaladas en Iraq y Afganistán? ¿conversará con Hugo Chávez? ¿solucionará el conflicto del Medio Oriente? ¿Llegará la imagen física y política de Estados unidos al pueblo latinoamericano? ¿le tirará una patada (como la de Alan García) a George W. Bush al momento de tomar la presidencia? ¿la declarará persona no grata por los siglos de los siglos a Laura Bozzo? ¿cumplirá o no? . Tantas promesas floridas y llenas de entusiasmos y buena onda ¿serán ciertas?. Daremos el tiempo a Barack para que lo haga, y no quede en el tintero electoral, porque sería una verdadera pena, y una gran decepción, no sólo para los gringos, sino para los latinos que tanto han respaldado su candidatura. Y las expectativas son amplias y llenas de optimismo.

Obama: el pueblo, especialmente latino, te pide que hagas un buen gobierno, que no sólo te ocupes de tu pueblito, sino de tus vecinos y socios, chicos o grandes, en el mundo. Que ya no sólo son bloques de tierra que navegan sin rumbo, sino somos una globalización, como la de Alan García.