| PADRE
 Te fuiste un día,
 y nadie más te recordó,
 quizás era tiempo gris,
 quizás la lluvia golpeó
 tu rostro y tu corazón
 se contrajó, el viento
 estremeció tu cuerpo
 y tu alma.
 
 Te fuiste un día,
 y yo no loadvertí
 para poder detenerte,
 no era mi tiempo racional,
 aún dependía de los demás.
 
 Te fuiste un día, y
 no puedo recordarte,
 porque jamás te he visto,
 no conozco tu sentir,
 no sé de tus dudas,
 no sé de tus temores.
 
 No disfruté tu sonrisa,
 no comprendía tus enfados,
 no conocí tu ternura.
 
 Mi destino estaba marcado,
 venir al mundo y no conocer
 a quién quizás alguna
 vez me amó.
 
 Te fuiste un día,
 dejando una estela
 de ausencia y silencio,
 abandonaste la barca
 porque no esta tu el timón.
 
 Cierro los ojos e
 imagino tu rostro,
 miro mis manos y hay
 en ellas una señal tuya,
 escribo versos y te
 reconozco en mis palabras.
 
 Te fuiste un día
 y sueño encontrarte
 algunas vez en mi ruta...
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