Salpicre de margaritas en mi cara
Salamines gritones entre mis piernas
Llantos de almejas en mis pupilas
Pido perdón a los saturninos
Ruego a tu dios que te mate
Mate al jaque reventado
Soltura de cabellos enverdecidos de moho
Pérdida encefálica de nalgas crepitantes
Suerte para la próxima vez, bestia
Vuelta al mundo con tus remeras gastadas
Búscame en la página de cristal
Mentira de creídos no creíbles
Estuarios de conchas tristes
Culocaído en una zanja rosa
Pétalos petecos y pebetes
Gritan, aúllan y mascullan su lascivia de labia labial
Tu lápiz que pinta sólo de noche
Mi garganta que se corta y se cuelga sólo en los crepúsculos invernales
Averno, haberlo conocido antes de nada, mucho gusto
El Armagedon es tu mentira para esconder tu miedo a la obscuridad
El solsticio es tu verdad para mostrar tu mentira de bicho verde
Tus escrotos piden permiso ante cada estampida
Tus estampillas se estampan en esa tan pilla
Tus corridas torean tus orejas testiculares
Pídeme perdón, arrodíllate y pide tu absolución
Y te diré que ya estabas condenado desde antes que el semen de tu padre llegará al óvulo de tu madre
Lástima de no haberlo sabido antes, Dante
Perdiste el tiempo y llegaste acá con la lengua pegada al culo
Despegarla tiene su precio y vas a pagarlo y vas a pedirme por favor
Te sodomizaré y te alegraras de que una mujer sea tu dueña
Que yo te emparede en ese sándwich de melocotón y estiércol
Que yo sea tu madre por un rato, una rata con tetas grandes
Que yo sea tu diosa llorona, tu Artemisa, tu arte de misa
Tu religión seré yo, tu malestar estomacal y cloacal
Tu genio y tu malicia, tu avaricia y perfidia
Te penetraré con mis cuatro brazos de hierro candentes hasta que tus axilas exploten bajo la ducha de sangre que es tu salvación
Sucio hijo bastardo maricón y soñador, te pido que me hagas un favorcito: Muéreme.