Jugamos a la pelota sin parar por más de cinco horas. Todos eran jóvenes menos yo, que ya pasaba los cincuenta. Metí un gol y la sudé como nunca. Todos eran empleados míos. Estaban sus mujeres y amigos… Mi madre no pudo ir. Terminamos el partido y nos despedimos. Decidí tomarme un café o comprarme un libro o un CD de música clásica. Tan solo compré un CD. Salí del coso de arte y no supe al lugar adonde ir. Tomé una ruta cualquiera. Llegué al lugar y sí, era cualquier lugar. Miré en todas direcciones, pensando si hubiera algo interesante pero nada, tan solo la noche negra sin estrellas y una que otra pareja de enamorado. Busqué algo que tomar pero todo estaba cerrado. Miré mi auto y decidí caminar hacia un lugar cualquiera. Vi un lugar lleno de luces. Era un campo deportivo. Entré y vi dos equipos de futbol. Me sentí identificado y me quedé mirando todo el partido. Una que otra chica bella me miraba… pero, uno cuando llega a la madurez, no se puede engañar… Seguí mirando el partido. Hubo de todo, goles, faulls, etc. Terminó y no me moví hasta que apagaron las luces. Ya, les dije. Me paré y no supe hacia donde ir. Miré el cielo y aun no había estrellas. Miré mi sombra y me gustó lo que vi… Otra sombra se acercaba. Volteé y vi que era un perro, negro como la noche pero con dos estrellas en los ojos. Se me acercó y lamió mis manos. Me gustó y me pregunté si tenía dueño. No, respondió. Bueno, ¿vamos a caminar?, pregunté. Movió la cola y supe que no estaría tan solo. Pero, aun no sabía el lugar adonde ir… Vamos a casa, me dijo el perro, tengo frío y hambre… ¿tienes algo que comer?. Le dije que sí. ¡Vamos!, me dijo. Le seguí hasta llegar a mi auto. Subimos y lo arranqué. No me detuve hasta llegar a casa. Eran pasados la media noche y los autos eran pocos. Llegamos y bajamos… Entramos y le mostré cada lugar de mi casa. ¿Te gusta?, pregunté. No está mal, respondió. Le di un poco de leche y pan con queso y un trozo de chorizo. Le gustó mucho. Le vi enroscarse hasta quedarse dormido como un pedazo de eses. Subí a cuarto y supe lo que debía hacer… Dormir, soñar para antes de despertar, escribir acerca de cosas imaginarias…


San isidro, noviembre de 2008