sembraba semillas de manzano en el huerto de mi padre. tenía muchas aún. la tarde estaba bella. un ave revoloteaba por el cielo. dejé mis semillas y me puse a mirar las nubes del cielo. el ave se detuvo frente a un viejo árbol. la miré largo, esperando un gesto, un ápice de su belleza en mis ojos, pero nada, no se movía... la tarde oscurecía hasta hacerse de noche. el brillo de los ojos del ave me hicieron dudar de sus buenos modales. temí lo desconocido y el devenir. cogí mis semillas y las puse en mi bolsa. empecé a caminar rumbo a casa. estaba aún lejos cuando escuché el aletear de un ave. miré quién me seguía y vi dos luces volando hacia mí. corrí hasta caer por el pasto, tirando mis semillas por el campo. traté de cogerlas pero nada... la oscuridad ahogaba mis secas esperanzas. volví a casa y dormí duro y parejo. desperté y aún estaba oscuro. salí al campo y busqué mis semillas. nada, nada... tan solo las huellas de mis pasos... una lluvia empezó a brotar. corrí hacia casa pero la lluvia aumentaba tanto que no pude moverme. el diluvio, pensé. llovió demasiado, tanto que pude ver vacas, casas, ahogados, flotando por las fauces del río. llovió por muchos días... y mi vida empezó a cambiar. miré una balsa y navegué sin saber hacia adónde. todo era agua... luego de cinco días pude ver una pequeña isla. me acerqué con mi balsa y salí hacia la orilla. vi un hombre echado en la arena. me acerqué y pude verle mejor. era mi propia imagen. este despertó y todo empezó a desvanecerse, incluso yo que sentí correr, volar, saltar por los cielos. ya en la cima de un cielo bello pude ver mi cuerpo echado levantarse hasta andar por la arena rumbo a una casa... seguí flotando hasta llegar a una nube de color plateado. bajé hacia la nube y vi a un hombre demasiado viejo y a su alrededor a cientos de personas, y todos con mi misma imagen... me estaba preguntando varias cosas cuando vi que el hombre viejo cogía una semilla y la echó al lugar en que estaba... fue mágico pues empecé a sentir la tierra... fue hermoso hasta ser nuevamente un ser vivo... echando mis raíces por la tierra... fue bello, totalmente bella la caída...

san isidro, diciembre de 2008