Andrés era un niño de apenas 9 años de edad delgado, pálido como una hoja,
tenia los ojos grandes y verdes, las pestañas largas, la nariz respingada y
una sonrisa encantadora, que con el paso del tiempo se fue borrando, había
crecido con todas las riquezas que su reino podía brindarle, llamado
“Corazón de Niño” en honor a su pequeño pero inteligente rey.

En su corazón sentía un gran vació, por lo que se satisfacía al ver sufrir
a los animales, algunas veces a las personas y a todo aquello, que
pudiera sonreír, pues le recordaba que hacia ya mas de 3 años que el
no podía tener este sentimiento desde que sus padres habían muerto
a la hora de ir a cazar un zorro, la historia de cómo habían muerto sus
padres por un animal aun y cuando fue un accidente, alimentaba una
molestia para este pequeño y el saber que sus fieles servidores en ese
momento no pudieron hacer nada por salvar la vida de sus padres,
acumulaba mas el sentimiento de no verlos felices.

Constantemente observaba lo que pasaba con ellos, veía detenidamente
y al mismo tiempo disimuladamente. Lo que el no podía tener. Dentro
de si mismo guardaba su envidia y deseo por tener un padre, una
madre y hasta un hermano, pensaba para si mismo que si sus padres
antes de morir le hubieran dado un hermano su dolor y la soledad
en la que vivía no serian tan grandes, pues al ser el rey no era bien visto
que jugara o conviviera con los niños que habitaban en el palacio, cada
dos meses Andrés contaba con la visita de sus abuelos y primos, ellos
habitaban en un reino vecino, pero pocas veces llevaban con ellos
alegría para el pobre pequeño, mientras sus primos manifestaban su
lastima hacia el por todo aquello que no tenia, sus abuelos le exigían
crecer mas rápido de lo que su edad le permitía. Pues esperaban que
pronto creciera y tomara el lugar que le pertenecía y que su perverso
tío realizaba mientras tanto por el.

Ángel, un pequeño niño regordete de mejillas rosadas y ojos pequeños,
el cual había compartido su infancia con el joven rey antes de la muerte
de sus padres conocía la triste historia de este y comenzó a pensar
en algo que cambiara por completo el corazón y los sentimientos
de su amigo, reunió a todos los habitantes cerca de las doce de la noche,
hora en que Andrés ya estaba completamente dormido y sin peligro de despertar.

Todos asistieron pues sabían que el chico tenia nobles sentimientos,
pero estos habían sido lastimados por la gran perdida de sus padres.

La reunión comenzó y no era una reunión normal, a ella llegaron
odos en el reino, desde niños hasta los mas ancianos y los
animales cercanos, todos con un fin que era llegar a una solución,
pues a todos les dolía ver sufrir a su pequeño rey, Ángel comenzó
a enfatizar que el rey era muy pequeño como para comprender lo
que había sucedido en aquel tiempo con sus padres y que para
empezar tenia por supuesto que ablandar el corazón de su rey
hacia los animales. Inicio por decirles a todos que corrieran la
voz acerca de un cierto teatro ambulante de títeres, que decía
ser único pues cambiaba los corazones tristes por corazones
alegres. Ángel aseguró que esta afirmación sembraría una gran
curiosidad en el pequeño rey. Para él seria la oportunidad de librarse
de las cadenas de tristeza y dolor que lo acompañaban.

Comenzó a contar una pequeña pero magnifica historia representada
por una pareja de venados y su hijo. La pareja de venados había
salido en busca de comida, mientras la mamá seguía a corta
distancia al papá venado sorpresivamente un tigre engancho con
sus dientes a la madre del pequeño venado pues esta se encontraba
distraída por la emoción que le causaba el saber que hacia poco
tiempo tenían un pequeño bebe venado, la mordida del tigre fue tan
profunda y dolorosa, que un fuerte gemido salio de la mamá, esto
alerto al papá venado que inmediatamente acudió en su ayuda, pero
al llegar la madre del pequeño yacía muerta sobre la maleza y al
tigre junto a ella, el tigre al darse cuenta de la presencia del
venado comenzó rápidamente a atacarlo, forcejearon pero finalmente
el tigre causo demasiadas heridas al papá venado que le causarían
la muerte, el tigre lo dejo y se dirigió hacia la mamá venado y comenzó
a comérsela mientras el papá venado lentamente moría.

El papá venado comprendió que estaba muriendo y comenzó a pensar
en su hijo y solo le pedía una cosa a dios, que el venadito tuviera
la oportunidad de crecer fuerte y que nunca tuviera ninguna tristeza,
que no culpara al tigre por darles muerte y que comprendiera que este
para subsistir tenia que cazar, pues era la ley de la naturaleza.

Pasaron los años y el venado fue creciendo y tal como su padre lo
había deseado creció rodeado del cariño y del afecto de todos los
animales del bosque en especial de una ardilla llamada melón.
Juntos aprendieron a distinguir entre el bien y el mal, y también por
sus experiencias en el bosque habían aprendido a defenderse de
los animales que los acechaban y que en muchas ocasiones
quisieron comerlos.

Un día sin saberlo su gran corazón se vio a prueba, mientras
caminaba por el bosque después de un gran banquete de hierba
fresca, se encontró con el tigre que tiempo atrás había dado
muerte a sus padres. Este estaba lastimado de una pierna, el gran
dolor que tenia no le permitía dejar de gemir y eso había llamado la
atención del venado, el tigre sabia perfectamente quien era aquel
venado que se dirigía hacia el.

A pasos lentos pero seguros se acerco al tigre, entre mas avanzaba
vio claramente la gravedad de la situación, la herida que tenia el tigre
era muy profunda y la sangre cubría gran parte de su cuerpo además
de que una roca oprimía el estomago del tigre. Al ver su sufrimiento,
apresuro su paso para llegar a el, al ver esto el tigre comenzó a gritar
“aléjate, seguramente vienes a matarme”.

“Estoy seguro que vienes a matarme”-reafirmo el tigre, las palabras
del tigre apenas se podían distinguir, eran tan frágiles que el venado
imagino el dolor tan grande que la herida y la roca le causaban.
Y sin pensarlo se impulso con toda su fuerza y con la cabeza logro
empujar aquella roca que aplastaba al tigre.
El tigre se vio liberado, pero cual seria su suerte, ya se encontraba
muy cansado para luchar aun y cuando el venado lo había liberado
de un gran dolor este no lo había liberado de la muerte. El tigre supo
que era el final y en un susurro pidió perdón al venado, por darle
muerte a sus padres, después le explico que el nunca conoció
a sus padres, por tal razón no le había dado importancia dar muerte
a otros animales, pues lo hacia por que tenia hambre, pasando
los días se entero que los venados tenían un venadito el cual se había
quedado solo e indefenso. El venado interrumpió precipitadamente
al tigre y comenzó a decirle que después de la muerte de sus padres
para poder vivir feliz, el lo había perdonado sin conocerlo, sin saber
como era, que pensaba y si este se había arrepentido alguna vez.

Que en muchas e incontables ocasiones se había sentido solo,
sin embargo que con el paso del tiempo se dio cuenta que los
animales del bosque le habían rodeado de amor y eso aminoraba
su soledad.

Le dijo además que al no ser rencoroso y saberlo perdonar obtuvo
una gran recompensa, todas las noches soñaba con sus padres
y en sus sueños ellos aun vivían junto a el, y siempre le recordaban
lo mucho que lo amaban y de lo bueno que era sonreír y hacer feliz
a los demás.

Todos comenzaron a llorar en la habitación, comprendieron no solo
la tristeza de su rey, si no también lo afortunados que eran los hijos
por tener padres y los padres por tener a sus hijos, repentinamente el
hombre mas viejo del reino interrumpió el llanto de los habitantes
del reino con un grito diciendo que esta era la medicina que el joven
rey necesitaba para salir de su tristeza, no solo el, pues a todos había
servido la historia para valorar mas a sus familiares y amigos.

En los siguientes días, los habitantes del reino siguieron el plan ideado,
corrieron el rumor del teatro de títeres ambulante por todo el reino
hasta que el pequeño rey se interesó en el acto y pidió que se llevara
hasta su corte. Al escuchar esto los habitantes se alegraron y pidieron
a Ángel que hiciera el mismo acto que en la ocasión pasada para su joven rey.

El día de la función llegó y el pequeño rey estaba muy emocionado,
el telón se levantó, al principio al joven rey no le gustó la idea de que
los títeres fueran representados por animales pero esto no impidió que
el interés que tenia se acabara, la trama era tan convincente, que se fue
identificando con lo que la historia narraba, pero al mismo tiempo se
sintió triste y confundido, pues se dio cuenta que a diferencia del venadito
siendo el un humano, no había aprendido nada acerca del perdón,
reconoció que había castigado sin motivos a los que lo rodeaban y que
no había valorado a los que intentaban acercarse a el para acompañarlo,
la función llegó a su fin logrando el objetivo deseado por todos, Andrés lloraba
amargamente pero al mismo tiempo todos en el reino comprendieron
que se estaba despidiendo de toda la tristeza que lo rodeaba, nadie dijo
nada pues sabían que su joven rey poco a poco aceptaría con gusto el apoyo
de estos y al mismo tiempo el ya les estaba entregando toda su confianza.

Después de un largo rato su nana una ancianita, la cual antes de cuidar
de el había cuidado a su padre, no pudo contener las ganas de abrazarlo
y así lo hizo, corrió hasta él dándole un gran abrazo y a diferencia de otras
ocasiones esta vez Andrés le correspondió, pero no solo eso le agradeció
por haber cuidado de el, y le pidió perdón por todas las veces que había
sido grosero con ella, también le dijo que para el, ella ahora ocupaba un
lugar importante en su vida, se dirigió entonces a los todos los presentes
que casi en su totalidad eran todos los habitantes del reino pues nadie
había querido perderse tan emotivo y significativo evento.


Al principio con voz temblorosa comenzó por decirles
“Agradezco su confianza y preocupación por mi, se que he sido
muy egoísta y aun me cuesta reconocerlo, pero quiero que sepan
que aun cuando no se los demostré a cada uno de ustedes l
es he llegado a tener un gran respeto y afecto.”

Dicho esto Ángel salio detrás del escenario para sorpresa del pequeño rey,
este no pudo contener las lagrimas y nuevamente comenzó a llorar, hasta
que un pequeño niño se acerco a el y le dijo, no llores, yo puedo darte
mi osito para que ya no te sientas solo, toma es tuyo, también puedo
compartirte a mis papis si tu quieres pueden ser tus papis también,
pero no llores. Ambos amigos se miraron a los ojos y comenzaron a reír,
por primera vez después de un largo tiempo Andrés había vuelto a reír de alegría,
lo que causo una gran alegría para su pueblo.

A partir de entonces en el reino “Corazón de Niño” todo comenzó
a cambiar cada vez que alguien tenía algún problema el primero
en enterarse y acudir en su ayuda era el rey Andrés.


Fin.