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Noche de muertos:
Cuerpo 1º: la primera muerte

Un sentimiento de extravió, por las penurias vividas convierten a un hombre en monstruo.
El desequilibrio es una consecuencia de la humillación y el maltrato…….


AÑO 1996
Hugo Sánchez con doce años experimenta un de sus días más pésimos; el despertador suena a las 6:00 AM, hora de enfrentar la pesadilla matutina.
Su habitación consta de la buhardilla más espaciosa de la mansión LA NIEBLA, se hallaba en penumbra ya que la ventana única estaba cubierta por cortinas de terciopelo rojo oscuro, y las únicas fuentes de lumbre son: de los rayos del sol que atravesaban las juntas de las cortinas en la ventana y los vacilantes rayos de una lamparita a baterías sobre el closet. El chico al encender la luz y acostumbrase a la claridad, descubre en su entorno su enceres; En su cama de caoba, las cobijas y edredones de rojo terciopelo se desparramaban desordenadamente por los laterales; en las paredes reina la confusión entre afiches de tablas periódicas, dibujos de anatomías animales y humanas, con algunos fotografías postres de sus bandas favoritas.
Hugo, cabizbajo cruza la habitación abre la puerta del closet también de madera pero un poco más cruda, en el además de sus efectos de uso personal; Unos objetos extraños para un chico de su edad, entre los cuales se cuentan mas bocetos de anatomías, Kit de disecciones, y mas perturbador una colección de huesos; cráneos y mandíbulas de animales. Pero Hugo hace caso omiso de ellos y se conforma con contemplar su reflejo en el espejo;
Algo delgaducho y menudo, con lo que se le hace más evidente los golpes y contusiones con que ha sido objeto de años de maltrato por porte de compañeros de escuela. De cabellos castaños, ojos cafés de mirada fría y calculadora adquirida por años escolares, moreno, con manos de dedos largos, con un lunar en el pecho heredado de su madre.
Se viste con pesadumbre y triste, con pensamientos homicidas que cada día atormentas su maltrecha alma. No presta atención a sus acciones ni a sus movimientos, por la inercia que mueve su vida. Esta cansado de ser quien es, lleno de ira por el mundo que lo va destrozando, la muerte de su madre es sin duda el trauma mas difícil el cual no a soportado. Sale de la habitación.
En el pasillo, la familiar y odiada voz de su hermanastra de 15 años le recita el saludo matutino:
-Bueno día raro.- Impregnando de malicia la última palabra.
Este chico hace caso omiso a la pugna continua al comedor donde encuentra a su padre e Ingrid su madrastra:
-Oye chico saluda.- Le reprende su padre.
-Buenos días padre, buenos días Ingrid.-contesta Hugo.
-Mas respeto con tu madre.-reprocha Adam.
-Ella no es mi madre.- grita el muchacho. La aludida hace un movimiento brusco de nariz y continúa sirviendo café a Adam.
Hugo toma de la sartén un poco huevos revueltos, va a la mesa saca de la fuente un par de piezas de pan y café come deprisa para amar los pocos minutos de soledad camino a la escuela. Sale de la casa se adentra en la carretera, aspira la soledad el aire de libertad esparcido por el viento mañanero.
De pronto le surge ese pensamiento, ese deseo inhumando, desea sus muertes, horribles, dolorosas, agonizantes torturas……
Una de las manos mas suaves que halla conocido de acaricia el hombro, Ana María compañera y muy amiga; menuda de estatura, de cabellos castaños rizados y espesos, tez algo morena, ojos de un bello color café claro (pero que al mirarlo se entristecen), con una sonrisa radiante, pero un tanto vacilante al reconocer esa expresión fría que el va adquiriendo al paso del tiempo. Le saluda:
-Buenos días Hugo.- volviendo a acariciarlo. La acepta el afecto y lo devuelve con una alegría renovada:
-Buenos días Maria, ¿Cómo estas?- Y con un vacilante movimiento le da un beso en la mejilla. Se encaminan a la escuela; al no quedar tan lejos hacen el camino a pie.
-Bien, gracias. ¿Y tú como estas? Te noto algo de caído- pregunta detallando su cara-¿Si, que te ocurrió hoy?
-Oh, nada, solos pienso, pero no importo yo, tu, ¿has estudiado para el examen?- evade la pregunta, como todas las mañanas.
-Si he estudiado, pero, eres tu quien me preocupas.-replica ella sin mucha esperanza que le hable de el.
Hugo suspira, bueno no quiere que su única fuente de alegría desaparezca:
-Bueno es que he vuelto a soñar con mama, y no es muy divertido que digamos la verdad.-
Los ruidos de algunos otros chicos que se acercan llegan hacer audibles para Maria, quien apremia a Hugo:
-Vamos Hugo es Jakson y no quisiera problemas, recuerdas que la ultimas vez casi nos cojen.-
Apuran el paso en silencio, y en unos minutos ya divisan la silueta de la bien elaborada fachada de la colegio.
Al llegar al complejo ven el edificio de estilo neogótico, con varias torres una gran muralla que rodea el colegio entero, en la fachada un arco de piedra caliza con un trabajo magnifico en hierro forjado de las rejas rematada por dos garitas que en algún momento del pasado sirvieron de torres de vigilancia, en la entrada de el edificio están tres de sus compañeros de clase: Marcos, Adrián, Estefany.
-Hola chicos.- Saluda Maria.
Los chicos con una cabeceada les devuelven el saludo. Hugo le clava una mirada asesina Adrian y continua del largo y al verse solo voltea buscando a María.
María se ha retrasa para charlar con Estefany:
-Ve subiendo ya te alcanzo.-Dando se la vuelta comienza charlar Adrián.
Hugo no pasa por inadvertido este hecho se malhumora y meneando la cabeza continua subiendo las escaleras, llega solo al aula va a su asiento favorito el mas alejado de la pizarra y cerca de la ventana. De inmediato comienzan a llegar los otros alumnos, algunos al encontrarlo solo comienza lanzarle pugnas y papeles ya preparados para ello:
-Miren pero si aquí esta el raro- exclame Carlos, poniendo cara de felicidad.
-Si que alegría, ¿que tal fenómeno?- pregunta Adrián arrojándole un papel a la cara.
-Adrián, déjalo en paz, el no se mete con nadie.-Grita irritada Maria.
-Lo dejo en paz si eres mi novia Maria.-Le responde Adrián con altivez.
-Engreído, ¿quien te crees?-Le responde Maria poniéndose colorada de la rabia. Y acercándose a Hugo lo rodea por los hombros con una mano diciéndole:
-¿Como estas?, ¿Te han maltratado mucho?, ven conmigo, vamos mas cerca de la mesa del profesor.-Y encaminándose tira de la mano de Hugo. Pero este indolente se le encara:
-No ve sola María, se que te quedas con el, no me mientas, no te lo permitiré- responde Hugo mientras su ojos brillan de forma malévola cuando su fría mirada se clava en vacilantes ojos de María.
-Pero Hugo, ¿que te sucede?, ¿Por qué me dices eso?-se asombra María y tratando de abrazarlo pero Hugo se aleja y le replica:
-María ¿eres mi mejor amiga verdad? Por favor quiero estar solo por ahora, ve con tus amigas, y disculpa mis insolencias.- Hugo para compensar un poco se le acerca la abraza y roza sus labios en las mejillas ruborizadas de María. Toma la silla se acerca a la ventana se sienta.
…En sus frecuentes ensimismamientos Hugo se siente apartado, excluido, extraviado. No atiende a la clase para el ya familiar en mascara el temor a receso en su cabeza en pensamientos que llegan volando como voces: “que ella, no ella no es tu amiga, esta contigo por las tareas, ya se ha comprobado que el gusta es mozalbete del Adrian”………… “creo que debes hacerlo hoy y exhibirlo como escarmiento”.
-Hugo, Hugo presta atención a la clase por favor.- le reprende la profesora con voz dócil.
-Si raro presta atención por que hoy tienes trabajo que hacer- Adrian petulante le tira un papel. Hugo lo esquiva.
Suena la campana del recreo, los chicos salen en tropel, Hugo se retrasa viendo fijamente a Adrian, que sale en tropel. María le oculta la visión a Hugo:
-¿Que te pasa hoy Hugo?, te veo raro.- mientras lo miraba a los ojos.
-Nada María, es solo que hoy mes cobro todas las que me ha hecho, solo tienes que estar a la salida de clase en, la entrada de edificio creo que esto te gustara, es pero que me quieras como yo a ti.
Hugo decidido dejo a María con las chicas (Estefany, Jennifer, Andrea)…
[…]
Adrian caminaba por los pasillos del departamento de carpintería; este es una de las zonas del edificio mas antiguas no tiene luz eléctrica por este tiempo, las paredes discurrían desnudas de piedra caliza sin argamasa con algunas lámparas que hacían que las penumbra fuera escalofriante, algunas gárgolas de piedra y madera adornaban de vez en cuando el ambiente un poco intimidante. Adrian quería gastarle una broma sus amigos.
Cuando de pronto siente la presencia de alguien, mira para todos lados pero todo esta desierto, no viéndose intimidado continúa, llega a la puerta del salón de herramientas. Esta por abrir la puerta cuando escucha un quejido al otro lado, con el más sumo cuidado la abre pero no ve nada continua con decisión entre los pasillos que están en semi penumbras gracias a unas lámparas de gas en los soportes superiores de los estantes alineados, ahora el si siente algo de miedo, escucha un ruido de tras de el. Se detiene y recibe un fuerte golpe en la cabeza, cae al suelo se arrastra, ve un poco de claridad unos metros. Unas manos le toman por el cuello de la camisa y una voz por en cima de el le dice:
-No te preocupes- a Adrian la voz le resulta divertida y familiar.
-Gracias raro por ayudarme-le dice sintiendo quelas manos le dificultan la respiración- pero… pero ¿Qué haces?
-Ayudarte, amigo- en este punto le propina un golpe con un martillo en la cabeza Adrian cae inconsciente y lo ultimo que detalla es la cara de Hugo desfigurada por la locura……..
………Despierta Adrian desorientado trata de recordar que ha pasado;
-¿Donde estoy?- se pregunta en voz alta. Alguien se mueve por las cercanías y Adrian trata de incorporarse esta sujeto a una columna de piedra, se desespera un poco “pero que rayos pasa aquí” piensa. La lastimera llama de una mísera lámpara vacila al acercase una figura, no sabe quien es, hasta esta casi a centímetro la cara de extraño, y con un grito, pues el horror le hace proferir un alarido: es Hugo pero amenazador, mas amenazador que nunca; Adrian nunca vio a Hugo tan escalofriante y frío. Hugo con su característica mirada calculadora yace ante el; los ojos cafés pero con expresión muy fría, cruel y con matiz arrogante, enseñando todos los dientes, las cejas muy juntas. En las manos tiene un martillo manchado con algo que parece sangre y una tijera para cortar laminas de metal.
-Ah, ya despertaste, bella durmiente.- dijo su voz transmito un odio corrosivo, un odio inhumano, demencia pura- ya me preguntaba: ¿Cuándo, cuando ibas despertar?, bueno ¿como estas?, ¿Qué te hiciste en la cabeza? ¿Sabes? ¿Tienes una herida grave? Te la curare.
-No, Hugo no, por favor – grita desesperado Adrian- ¿Que te pasa?, ¿que te he hecho?- pregunta y gime horrorizado Adrian.
-Deja de llorar niñita, ¿no recuerda? El raro…. “miren llego el raro…….” “¿Qué te pasa raro?, ¿lo recuerdas? Pues si soy raro y para tu desgracia, soy loco.- Hugo le propina golpe certero en las muñecas con el martillo los dedos se parten, Adrian grito el dolor se insoportable. Hugo golpea repetidas veces la cabeza con el martillo ensarta la tijera en el abdomen del pobre infeliz que suplica por su vida. Apuñala el cuerpo de su compañero una y otra vez la sangre salía a chorros de las arterias cortadas abiertas manaban las puñaladas fueron cesando hasta quedar algunas partes del cuerpo mostrando los hueso. Adrian exhala sus últimos alientos captando la cara de la muerte en el rostro desfigurado por la demencia de Hugo. Este ríe socarronamente viéndole morir. Al morir arrastra el cadáver por los pasillos del salón dejando la impresa la sangre, como huella de venganza, su mirada se pierde en la penumbra y la locura, el crimen y la muerte……….. Lo sube hasta una ventana de la fachada. Todo el mundo disfruta, nadie lo ve terminando con su trabajo, su glorioso trabajo “si- piensa- Ahora María si me querrá”-
[…]
El salón estaba vacío cuando Hugo llega la expresión de su cara es anormal, hay brillo en sus ojos, y sonrisa macabra en sus labios, su rostro expresa frialdad, poder.
Se sienta en la silla y silba una tonada lúgubre, latente. La puerta se abre los compañeros de clase entra en tropel el desorden le irrita, pero esta relajado, se repantiga mas en la silla y devuelve mirada y sonrisa fría a todo el que le mira.
María se le acerca:
-¿Donde estabas?, ¿Qué haces?- le pregunta pero retrocede al verle la expresión- ¿que has hecho?, contesta.-
-Nada, no te preocupes, y Adrian no volverá a molestarnos. Ve siéntate a mi lado, quiero estar contigo- le responde con una baja y fría, cruel y ampliando la sonrisa de demencia.
-¿Qué le has hecho?, me estas asustando Hugo.- le pregunta María retrocediendo por la expresión cruel y desdeñosa de Hugo. Se levanta va hacia ella le toma una mano y le dice:
-Tranquila no le hice nada, solo digamos que tuvimos una conversación de amigo y le cure la cabeza- con una dulzura irreal y fingida- ven, siéntate a mi lado te quiero, como te dije quiero estar contigo y no te preocupes ya nada me molestaras. Te lo prometo.
Las horas de la tarde pasaron rápidas en un momento son el timbre de salida: RINNNNNNNNNNNNNG
Los alumnos comenzaron a desfilar pasillos abajo y las charlas que iban muy animadas empezaron a apagarse mientras llegaban a los pisos inferior del edificio, la oscuridad empezaba a alzarse, pues el sol se oculta por el oeste y las lámparas de de electricidad no se habían encendido.
Casi todo el alumnado estaba en el vestíbulo de colegio cuando las puertas de este se abrieron:
El alumnado grito y chillo por la escena horripilante que yacía ante ello un cuerpo colgaba por el cuello con las viseras por cuerdas, la boca abierta y por ella se escurre un hilillo de sangre. La cabeza y el rostro desfigurados por los golpes de martillo. En todo el cuerpo puñaladas. Estas tan profundas que se detallan los huesos y músculos interiores. Las manos y sus dedos atrofiados por los martillazos recibidos. Los estudiantes corrían por todos lados llamándose entre ellos, las chicas lloraban abrazadas, los chicos incrédulos no le quitaban los ojos al cadáver cubierto de sangre, que se balanceaba macabramente de la gárgola donde lo habían sujeto goteando sangre, viendo sin ver, pero presagiando muerte y dolor…
Hugo llega casi al final con María, su sonrisa se ensancha que su obra da el efecto deseado, mientras sonríe y mira a María. Ella con los ojos como platos no puede creer lo que ve, el horror la hace temblar, mira a Hugo y viendo que este sonríe con arrogancia, sus rasgos son crueles, dementes, ella retrocede. No lo puede creer su amigo, su mejor amigo se ríe de la muerte. Hugo la ve alejándose, le toma por la mano con una fuerza inusual y le dice con duce voz:
-Te lo dije el no me molestara mas por que le cure las heridas- ampliándole a la sonrisa mas y mas.
María echa a correr…………………………








Texto agregado el 19-12-2008, y leído por 141 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
19-12-2008 Es mi genero favorito, coincido con Catalina, púlelo. dinosauro
19-12-2008 Ante todo, te pido que por favor corrijas los errores de ortografía; quienes te lean te lo van a agradecer (duelen tanto como escuchar a alguien cantar desafinado). Tengo la sensación de haber leído un primer borrador, de esos que uno escribe sin pensar ni releer. Te diría que tenés todo por arreglar, comenzando por quitar lo que sobra, lo que no agrega nada a la historia. Avisame si decidís revisarlo y volverlo a publicar. Agarrate_Catalina
 
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