Realmente me siento como si no existiera, y no lo soporto más. Esto me está matando desde adentro, me parte el corazón y me hace preguntarme, ¿estará bien sufrir por algo que tenemos? Digo, ¿no sufrimos lo mismo por algo que no tenemos? ¿Por qué debería cesar el sufrimiento al conseguirlo? Pero al mismo tiempo me pregunto si no será mejor dejar de tener eso, hacer lo correcto, si total voy a sufrir de una u otra forma. Ahí es cuando me doy cuenta de que si lo hiciera sufriría aún más, porque perdería doblemente y no puedo permitirme eso. Moriría. Necesito la amistad. Lo otro, hasta podría decirse que es secundario, he vividos sin eso; pero siempre tuve la amistad y ese era mi consuelo, y perder las dos, y de golpe, me mataría. Dejaría de respirar hasta morir, no porque no pudiera sino porque ya no querría... Teniendo que mirarte a la cara pensando en lo que pasó, en lo que podría haber pasado y en lo feliz que fui y podría haber sido, ¿quién querría? No creo que nadie desee someterse a semejante masoquismo emocional. Tampoco puedo recluirme en casa. Podría pasar los próximos tres meses lejos tuyo, pero no quiero hacerlo, necesito estar con vos, porque no puedo evitarlo, te quiero demasiado como para mantenerme apartada. Igualmente siento que es demasiado poco, ya que esto no consigue que esté lo suficientemente cerca tuyo. No sé qué pasa, por qué existe esa distancia, por qué los ciclos, por qué ni siquiera registrás que existo. O al menos no das señales de ello, porque yo sé que me estabas mirando, porque te ví, porque yo te estaba mirando y sin ningún disimulo. Te hubieras dado cuenta si hubieras sabido que yo existía, o si no te hubiera dado tanta vergüenza demostrar que sabías que existia, haberme mirado siquiera, haberte acercado a saludar (bailar ya era mucho pedir). Me morí de ganas de hablarte por muchísimo tiempo, hasta que me dio curiosidad ver cuánto podías aguantar. De hecho, fue exactamente lo que yo esperaba, así de predecible, así de malo. Ahora también me lo reprocho, debería haberte hablado primero, porque así hubieras sido solo vos el idiota y no los dos. Me odio, sabía que no ibas a acercarte y aun así no hice nada, ¿cuán idiota puedo volverme? Pero no te creas que voy a seguir esperando toda la eternidad, no señor, esto acaba pronto, bien o mal pero tiene que acabar porque si no va a terminar matándome tanto como que termine mal. Odio tu forma de actuar, la mía también pero más la tuya, porque es por vergüenza, por indiferencia, y no, yo no debería darte lo mismo, debería importarte. Había soñado muchas cosas sobre ese momento pero ninguna se cumplió ya que todas hubieran requerido un mínimo contacto y, con vos, eso es -o parece ser- imposible. Ya veremos qué pasa, pero tengo la sensación de que la cuerda se va a romper dentro de muy poco, tiraste demasiado y yo iba en otra dirección... Una lástima perder tanto amor por incompatibilidad, por cursilería y por inmadurez.