A ese hondo mar calado
A donde voy cada día
A quién llama a porfía
A quién reclama a mi lado
A un fantasma ya alejado
A una voz que he presentido
A un destino ya vivido
A ese prendido en mis venas
A otra más de mil condenas
A el caos voy, quién he sido.

Cómo sería ese encuentro
madurado en mis entrañas:
alejado de las mañas
que se cocinan adentro.
A tu alma serena entro
con versos desesperados
y recuerdos añejados
en el mar de la poesía.
Mi pecho el ayer ansía
y hoy por ser, tira los dados.