He decidido matarlo, por aborrecible,insufrible, insensible.
Cruel, amotinado, déspota, omnipotente con poder omnímodo sobre todas las criatuaras de la tierra, agazapadas bajo sus pies carroñeros.
Macilenta, arrugada su cara de tanto beber el vino del oprobio de sus víctimas, sucio, hediondo.
Incalculables vahos que salen de su cuerpo redondo y rechoncho, y su orgulloso anhedonismo!!

Listo, ya lo olvidé y rios de indiferencia corren por el hemisferio del hipotálamo de los recuerdos. Es así!!!