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CAPITULO 12

Doña Toñita estaba preocupada por aquella obsesión que su hija mostraba ahora por el preso, aquella conducta rara, su hija había sido extraña siempre pero aquello rozaba en la locura, todos los días a pesar que ella le contó que la habían expulsado del penal seguía yendo a tratar de visitar a aquél tipo, claro que omitió lo de la excitación que le producía Porfirio y le cambio la versión de las cosas omitió que ella se le acurruco en el pecho a Porfirio y lo que si le dijo fue que el doctor la forcejeo y que el preso la defendió.

Soledad ya no hacia tanto caso a sus actividades religiosas todos los días después del hospital o antes si su horario se lo permitía iba al penal e intentaba obtener alguna información de Porfirio no fue a ver a Martín al hospital (el corto lapso que estuvo) sus lesiones fueron leves no así para incrementar la penalidad para Porfirio donde se le acuso de intento de homicidio y lesiones graves.

Habían pasado seis meses, ciento ochenta días, cuatro mil trescientos veinticuatro oras y muchos minutos eternos, Porfirio salio de ahí, sucio como una rata cuando ha sido sepultada por escombro y que ha logrado cavar y salir, mugroso, greñudo, barbón, pestilente pero más duro que nunca y con la esperanza renovada de ver a Soledad; aquella idea que lo había mantenido cuerdo y a la cual se había sujetado como un desesperado a cualquier arista para no caer. Eran las once de la mañana y el sol le calaba inclemente sobre los ojos casi lo segó, el trato a un preso recién egresado de agujero era darle una minuciosa sesión higiénica con agua helada con una manguera a presión y mandarlo a la peluquería para desinfectarlo y desparasitarlo, aquella cárcel saturada donde el hacinamiento era lo común, donde ya de por si el intercambio de bichos era ordinario se trataba de evitar con estas sesiones escrupulosas de higiene. Porfirio llego a su celda demacrado, flaco, cadavérico pero duro como la roca que se guardo donde pudo, por que ella era la única testigo de aquella aventura macabra. Leonardo lo recibió con gusto.

--¿Qué paso compa como le fue de vacaciones? –preguntó Leonardo.

--Bien compa como dice usted, “lo que no te mata te fortalece” y aunque no se me note me siento más fuerte. –dijo con la mirada perdida Porfirio.

Leonardo traía un vendaje en la mano Porfirio se dio cuenta y le pregunto:

--¿Qué le paso en la mano compa, no lo puede uno dejar solo por que luego se mete en problemas? –dijo Porfirio

 Nada un recordatorio de “mis amigos” de allá afuera de que me mantenga callado sino me pueden alcanzar acá adentro. –dijo Leonardo indiferente.
Soledad se entero a través de Justino que Porfirio había salido de su confinamiento y entonces se emociono tanto que la excitación aquella le regresó por la posibilidad de volverlo a ver. Así que al día siguiente a primera hora incluso faltando a su trabajo por primera vez en su vida estaba haciendo fila para verlo, cuando llego al puesto de control para visitas a presos le infamaron que según ellos Porfirio seguía incomunicado. Cuando le preguntaron ¿que quien le había notificado de la liberación del castigo de aquel preso? Soledad fingió ignorancia pues sabia de las consecuencias que esto le podía traer a Justino Contreras.

Pregunto ¿que si había alguna información sobre la fecha de liberación? y le contestaron que no lo sabían y entonces la mandaron a otra oficina y a otra y a otra para desanimarla; pero Soledad no desitio.

Justino Contreras se acercó a la celda de Porfirio y Leonardo y en un susurro apenas perceptible para los dos habitantes de la celda les dijo:

Amigo han estado preguntando por usted: una dama vestida de blanco ha venido todos los días a ver como esta, y ayer estuvo aquí preguntando. No le han permitido entrar pero tarde o temprano lo hará, yo tratare de ayudarla.

Porfirio se quedo sorprendido; no solo estaba seguro de que Soledad lo quería si no que estaba intentando verlo, la cuestión era; ¿la dejarían?

¿O sea que la enfermera lo esta buscando? fuiiii –silbó Leonardo—vaya parece que le pego duro compa –dijo sarcástico Leonardo.

Texto agregado el 02-01-2009, y leído por 137 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
05-01-2009 aca, sigo la trama lihue-aj
02-01-2009 muy bueno,estoy llena de ansiedad por el reencuentro.Es cada vez mas fluida la narrativa******* shosha
 
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